México,D.F.- Como era su deseo, las cenizas del que fuera por 38 años Presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, fueron llevadas a la Basílica de Guadalupe, hasta donde decenas de boxeadores, miembros del organismo y amigos de la familia se dieron cita. Por cuarto día consecutivo, ya en el final de las exequias del directivo fallecido el pasado 16 de enero en Los Ángeles, cientos de personas mostraron su cariño al líder boxístico y sus familiares, que esta vez llevaron la urna con las cenizas, un cinturón verde y oro, y una fotografía hasta el altar. “Una vez más nos sentimos muy agradecidos del cariño que nos han mostrado, ha estado con nosotros gente de todo el mundo y sobre todo gente de México, ”, apuntó Mauricio Sulaimán, hijo del dirigente.