Manchester, Nueva Hampshire.– El esposo de Dan Innis lo convenció a que se postulara a la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
No importaba que Innis, ex decano de una facultad de negocios, enfrentara a una demócrata en el puesto, a colegas en el Partido Republicano que se oponen a su derecho a casarse, y a la historia, ya que ningún miembro de esa agrupación ha sido abiertamente gay la primera vez que es elegido al Congreso.
Dijo: ‘Tienes que hacer esto’’’, recuerda Innis, que se postula por el 1er Distrito del Congreso, que abarca la mayor parte del este de Nueva Hampshire. “Dijo: ‘Tienes que aprovechar esta oportunidad y ver si puedes hacer una diferencia’’’.
Innis minimiza que su sexualidad sea un problema de campaña, pero reconoce el trasfondo histórico. Está entre tres republicanos abiertamente homosexuales en todo el país que se espera se postulen en las elecciones de este año a la mitad del período presidencial. Ninguno la tiene fácil para llegar a Washington.
Para lograrlo, cada uno está obligado a desbancar a un demócrata en funciones, superar roces con personas que repudian a los gays y enfrentar acaloradas divisiones dentro del Partido Republicano en torno a la forma en que ellos viven su vida.
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