Los agricultores del Corredor Seco de Centroamérica se enfrentan, un año más, a los efectos adversos del cambio climático que ha diezmado los cultivos de maíz y frijol en esta región, provocando que más de dos millones de personas en Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua se hayan visto afectadas, y 1.4 millones necesiten ayudaurgente.
Ante esta situación, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha pedido ayuda a la comunidad internacional para apoyar a los campesinos de esos cuatro países. Según esta organización, más del 25 por ciento de los hogares no tiene ingresos suficientes para cubrir el coste de ciertos productos básicos, mientras que el 8 por ciento ha indicado que se han visto obligados a migrar.