El ex Presidente Vicente Fox Quesada renunció esta tarde a la seguridad que le paga el Estado mexicano en una carta enviada al titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), escueta, muy escueta, tan escueta que apenas agradece los servicios que se le prestaron, sin costo alguno, durante casi dos décadas.
En la misiva, el político guanajuatense aseguró que tomó la determinación “dada la difícil situación en el país”. Por lo que, aseguró, se hará cargo de su seguridad, la de su familia e instalaciones.
A través de su cuenta de Twitter, Fox Quesada señaló que desde el 1 de agosto dejó de contar con la protección de los elementos de la Sedena “por elección propia”.