CÓRDOBA.- Aún cuando su responsabilidad es investigar, en la Fiscalía Regional prefieren estar bastante cómodos y hacerse de la vista gorda para no dar con los responsables de la “ola” de asaltos por la que atraviesa la ciudad fungiendo como los principales cómplices de los delincuentes.
La noche del sábado por sexta ocasión, fue asaltada la gasolinera ubicada sobre la carretera estatal Córdoba-Naranjal, justo en la entrada a la colonia Loma Linda, sujetos desconocidos que además de cínicamente hurtar el dinero de las ventas del día provocaron la crisis nerviosa de los empleados del lugar.
La autoridad, como en la mayoría de las ocasiones no ha hecho absolutamente nada, continúan sin aplicar preceptos básicos como entrevistarse con vecinos de la periferia para saber si cuentan con algún dispositivo de videovigilancia para ubicar la ruta de escape de los maleantes, conocer su identidad o qué vehículo es el que utilizan para este tipo de hechos delictivos,
Expertos aseguran que la Fiscalía (que es la encargada de investigar los delitos) está en la vil comodidad, en espera de recibir denuncias y no realizar las investigaciones pertinentes, la elaboración de estrategias y dar soluciones ya es mucho pedir.
La instalación de más cámaras de seguridad en puntos clave y un patrullaje constante en lugares, como la antes mencionada gasolinera, que ya ha sido atracada por maleantes, bien podrían ser algunas iniciativas si es que en verdad la seguridad de la población es una prioridad.
Esa impunidad que ofrecen, dicen los trabajadores de la gasolinera, es la madre de todas estas calamidades.
Los empleados denunciaron que aunque ya han solicitado más vigilancia policial tampoco se las han dado, además de que está más que comprobado que no hacen falta que lleguen más policías, sino que la autoridad encargada de impartir justicia de verdad haga su labor para detener a los responsables.
El modo de operar de los delincuentes, por lo general, es llegar durante las últimas horas de la noche o las primeras horas del día, cuando los empleados ya están cansados y a punta de pistola amenazan para que estos les entreguen el dinero de la venta.
Un evento de esta naturaleza les quita a los delincuentes apenas unos segundos para perpetrar el robo.
“No estén de flojos y coludidos con los delincuentes, dejando asaltar y no investigar”, señaló un empleado.
