Pareciera que, una vez más, los protagonismos de sus “líderes” opacarán el carácter de las demandas de los ciudadanos…
Flaco favor le hacen los “morenos” a la dirigencia del Partido de la Revolución Democrática de desdeñar la invitación de Los Chuchos para formar un sólo frente “común” que unifique las protestas y estrategias de la izquierda mexicana en contra de la Reforma Energética, aprobada por el Congreso de la Unión y promulgada por el presidente Peña Nieto a finales del año pasado.
En momentos en los que Michoacán se debate “entre la vida y la muerte” y la falta de unidad en muchos sectores del país parece ser la divisa de nuestros tiempos, surgen de nuevo las diferencias entre los líderes de la llamada “izquierda mexicana” y el futuro no parece ser promisorio en cuanto al éxito de las movilizaciones que ese sector del país lleve a cabo en los próximos meses para “tirar” la reforma ya convertida en ley, incluida la demanda de Consulta Popular para 2015.
Hoy que se requiere una izquierda fuerte, unida, responsable, pero sobre todo representativa del interés ciudadano, con lo que nos encontramos es con muchas “izquierdas”, débiles, fragmentadas, pero sobre todo, irresponsables en cuanto a lo que dicen y a quienes dicen representar. Muchos “liderazgos” enfrentados unos con otros e incapaces de ceder siquiera un ápice en sus intereses facciosos.
En una entrevista, la semana pasada, me decía Jesús Zambrano, dirigente saliente del partido del sol azteca, que con la respuesta que han dado López Obrador y los dirigentes del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) ha quedado demostrado “quiénes son los que no quieren la unidad y prefieren mantener sus intereses de grupo”, que unirse en la búsqueda de un interés común, que es la defensa de la soberanía nacional y el patrimonio de los mexicanos.
Sin embargo, en los próximos meses este partido vivirá “otra batalla” cuando tenga que renovar su dirigencia nacional y entonces, a las divisiones ya existentes, se reavivarán aquellas que aún no se dirimen, por lo que el escenario no es muy alentador. Y más adelante la definición de candidaturas para 2015 sacará “chispas” al interior de las corrientes y “tribus” que lo conforman. Con tanta “escaramuza” política a ver en dónde queda la “lucha” contra la Reforma Energética, entre otros temas de trascendencia para los mexicanos.
Pareciera que, una vez más, los protagonismos de sus “líderes” opacarán el carácter de las demandas de los ciudadanos que simpatizan con sus ideas, dando al traste con la efectividad de sus estrategias, tan necesarias hoy día para establecer los “contrapesos” suficientes que requiere toda democracia. Urge, pues, una izquierda fuerte, unida y -sobre todo- responsable.
Es verdad que quienes han “torpedeado” los acuerdos entre esos grupos hoy han preferido formar su propia “franquicia” electoral. Sin embargo, también -en su momento- quienes hoy detentan “la propiedad” de la dirigencia perredista hicieron “lo propio” con sus adversarios para convertir los puestos de “hasta arriba” en su propio “feudo” y no permitir el arribo de otras facciones que hoy, desde adentro o afuera del partido, hacen hasta lo imposible por impedir el éxito de la gestión de los llamados Chuchos. Por eso, el relevo de los próximos meses será ríspido en la búsqueda de “arrebatarles” el control del PRD.
Cada uno desde su “trinchera” buscará mover sus fichas para conseguir el “jaque mate” en el ajedrez político de las izquierdas. El caudillismo en su máxima expresión.