Ciudad Del Vaticano,.- El papa Francisco bautizó ayer domingo en el Vaticano, en la Capilla Sixtina, a 32 niños, incluyendo a la hija de una pareja que solamente contrajo matrimonio civil, así como al hijo de una madre soltera.
Ayer fue el primer bautizo de Jorge Bergoglio como Papa, quien en una breve e improvisada homilía recordó a los padres católicos que son ellos los encargados de transmitir la fe.
“Sois vosotros los que tenéis el deber de transmitir la fe a estos niños. Es la herencia más bella que les podéis dejar”, dijo el pontífice argentino.
En su homilía, el Papa explicó que Jesús no tenía la necesidad de ser bautizado, “pero que los primeros teólogos explicaron que este bautismo fue para que todas las aguas tuvieran el poder de bautizar” y agregó que “el Señor antes de salir a los cielos nos invitó a marchar por todo el mundo y bautizar”.
Por ello, agregó que desde el día de su bautismo comenzó “una cadena que nunca se ha roto” y que los niños hoy bautizados son “anillos de esta cadena”.
En una Capilla Sixtina en la que resonaron continuamente los llantos de los niños, el Papa aseguró que estos eran “el coro más bonito” de la celebración.
Algunos llorarán porque están incómodos o tienen hambre”, dijo Bergoglio, que invitó a las madres a dar de comer a los pequeños si estos tenían hambre.
“¡Tranquilas! Dadles de comer, que hoy ellos son los protagonistas”, exclamó.
Entre los niños bautizados había dos pequeñas llamadas Francesca y otras dos que lo llevaban como segundo nombre, pero ningún Francesco entre los varones.
Como se lleva haciendo desde hace algunos años, el rito se celebró en una de las paredes laterales de la capilla Sixtina y no en el altar central, para “no alterar” y poder disfrutar mejor de los frescos que representan el Juicio Final que pintó el polifacético artista del Renacimiento Miguel Angel Buonarotti.
Mientras que en el momento de la eucaristía, el Papa se dirigió al altar central y ofició este paso de la misa de espaldas a los fieles.
Bautiza sin excepción
Una pareja de militares italianos que asistió a una audiencia general del Papa hace varios meses había pedido a Francisco que bautizara a su hija Giulia y él aceptó, dijeron los esposos a la prensa.
Pero cuando enviaron los documentos al Vaticano quedó claro que sólo habían contraído matrimonio civil. Eso no impidió que el Papa bautizara a su hija.
También bautizó al hijo de una madre soltera, quien había pensado inicialmente abortar cuando su compañero la abandonó, antes de renunciar a ello, y había escrito una carta a Francisco.
No es la primera vez que el Papa entra en la Sixtina tras su elección, ya que el día después, el 14 de marzo, ofició rodeado de los frescos de Miguel Ángel una misa con el resto de cardenales que participaron en el cónclave.
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