El Gobierno de Malasia ha emitido una directriz que prohíbe a los ministros y funcionarios la entrada con celulares u otros dispositivos tecnológicos a reuniones importantes para evitar filtraciones.
La medida, impulsada desde el pasado mes de enero, también veta el uso de relojes inteligentes, cámaras, grabadoras de voz o tabletas, entre un amplio rango de aparatos, a los comités donde se estudien asuntos oficiales secretos o de seguridad nacional, como los presupuestos o las relaciones internacionales, informa hoy el diario “The Star”.
“Esta norma se ha convertido en una necesidad debido a que el uso incontrolable de estos dispositivos por las agencias gubernamentales puede tener una implicación negativa y comprometer la seguridad”, apuntó Sanusi Sidek, director general para Seguridad Nacional.