Holanda, en los últimos años al margen de la elite del fútbol internacional, consolidó el resurgir que aventuraba su nueva generación con un triunfo ante Inglaterra (3-1) y la clasificación para la final de la Liga de Naciones, que disputará el domingo contra el anfitrión, Portugal.
Los aparatosos fallos de la defensa de Inglaterra desequilibraron el duelo. Los despistes de Harry Maguire y Ross Barkleyen la prórroga facilitaron el triunfo orange.