Por Andrés Timoteo / columnista
EL BALOTAJE
Precisamente hablando de temas electorales, en las elecciones celebradas el domingo pasado no estuvo en las boletas el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, pero aún con ello se mantuvo el “Efecto Peje” y se cumplieron los pronósticos de triunfo para Morena en las gubernaturas de Baja California y Puebla.
No obstante, los resultados tampoco son para soltar las fanfarrias totales en favor del lopezobradorismo porque hay bemoles a considerar: hubo baja votación -el abstencionismo llegó hasta el 77 por ciento-, no fueron victorias aplastantes, Morena no arrasó y el panismo conservó Distritos y alcaldías importantes. En Tamaulipas conservó el Congreso local, por ejemplo.
En Puebla, donde se jugaba el cargo más codiciado por lo que representa políticamente, no hubo diferencia de tres a uno como se anticipaba, solo menos de 12 por ciento el puntaje. El candidato de Morena, Miguel Barbosa perdió 400 mil votos si se compara con lo obtenido en los comicios del año pasado y a Morena, como partido, se le esfumaron 600 mil votos.
Es más, si Barbosa hubiera ido solo con Morena y el Partido del Trabajo (PT) no habría ganado, casi 200 mil votos se los aportó el Verde Ecologista. De ahí que se habla que el PVEM salvó al morenista y ahora son el “VerMor”, la nueva alianza con partidos y personajes que antes rechazaban y catalogaban de “Mafia del Poder”.
Por ello se habla de que fueron triunfos de inercia, una suerte de balotaje -segunda vuelta- del 2018. Además, hay que destacar también que la gubernatura de Baja California es bianual, volverá a votarse en el 2021, y en Puebla, la salud del experredista Miguel Barbosa pende de la insulina y la sepsis diabética. No son pocos los que pronostican elecciones anticipadas otra vez.
Lo evidente, sin cuestionamiento, fue el desplome del PRI. Muy difícilmente se recuperará a mediano plazo ni en estos estados ni en el resto del País. Es verdad, ganó algunas alcaldías en Durango y uno que otro distrito en las otras entidades, pero en general cayó al sótano, al tercer sitio con una votación vergonzosa.
LOS ‘CALCADOS’
Cosas extrañas para unos cuantos, pero obvias para la mayoría. Escuchar los gritos de amenaza del exdiputado priista, Edgar Spinoso Carrera contra una persona que se presentó en un predio para ejecutar una obra pública, hace recordar los chillidos de su exjefe, Javier Duarte de Ochoa cuando montaba en cólera. Mismo timbre, misma agudeza. Están ‘cortados con la misma tijera’, dirían las abuelas en el pueblo.
El video viralizado en la internet sirve para la risa mordaz, pero no es algo inocuo sino indicativo. Amenazar con matar a toda la familia de una persona incómoda o que le causa afrenta era lo común en el duartismo y la fidelidad. Es el sello de la casa, pues. Si no creen, pregúntenles a las víctimas sobrevivientes o a los familiares de los que no sobrevivieron a la furia de los poderosos, en su momento, duartistas.
Por supuesto que no basta una disculpa pública del también exoficial mayor de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), debe haber una investigación judicial y deslinde de responsabilidades. Es más, también protección para el amenazado y su familia ya que los duartistas son diestros en crímenes de lesa humanidad. No hay que pasar por alto lo que decía el humor negro en esos años de plomo cuando Duarte y los suyos ostentaban el poder: “cuando la marrana chilla, el veracruzano muere”.
La videograbación de los gritos iracundos de este exfuncionario remite a aquel 16 de septiembre del 2013 cuando pobladores de Altotonga, afectados por los deslaves que habían ocasionado las intensas lluvias, le reclamaron a Duarte la falta de apoyo y éste les gritó exactamente igual que Spinoso. (http://cort.as/-J7lR) Claro, sin amenazas de muerte expresas, pero el timbre y el coraje son idénticos, de papel-calca.
Hay ya una denuncia penal por amenazas y secuestro de dos personas que fueron retenidas en la propiedad de Spinoso Carrera, y lo esperado es que se proceda en contra de este personaje quien es, por cierto, uno de los más ladrones que acumuló una enorme fortuna desde tiempos de la fidelidad.
ZOMBIS DE JUNIO
Junio no pudo llegar sin penurias y algunos insepultos de la política se levantaron de sus catacumbas para deambular entre los vivos. El cordobés Antonio Luna Andrade quien regentea lo que quedó el Partido Cardenista -antes Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional- volvió a Xalapa, la capital del estado, para realizar una protesta porque, denuncia, el Gobierno estatal no atiende sus peticiones de audiencia.
Es más, frente a Palacio de Gobierno anunció que él y al menos 20 seguidores iniciarán una huelga de hambre para que se le cumpla exigencias de obra pública en diferentes municipios. Los cardenistas coparon el centro xalapeño y lo dejaron lleno de mugre, como en los viejos tiempos de la fidelidad y el duartismo, cuando gozaban de permisión para los desmanes y la obstrucción de vialidades.
No hay que olvidar que incluso en una ocasión el propio Javier Duarte desfiló al lado de Luna Andrade, presumiendo una alianza entre cordobeses. Volvió Luna a hacer de las suyas y los bien enterados aseguran que fue resucitado y está acelerado y financiado por la segunda oficina más poderosa de Palacio de Gobierno. Todo como antaño.