Córdoba.- En un ambiente de tristeza, llanto y dolor, se ofició ayer una misa de cuerpo presente al taxista Pablo Gilberto Álvarez Páez, operador de la unidad CO-28, el cual fue asesinado con arma de fuego la noche del miércoles, en el camino que va de la comunidad El Porvenir hacia San Matías los Mangos.
Luego de la misa, el cortejo fúnebre partió hacia el panteón municipal, escoltado por unos 30 taxistas, en los cuales cada uno portaba un listón color negro en el cofre de su unidad.
Durante la misa y después, muchas caras tristes y unas más con lágrimas por la pérdida del familiar, del padre, del hermano, del amigo y del compañero de trabajo, que a los 48 años de edad fue privado de la vida.
La misa de cuerpo presente inició a las 12:00 horas, en la iglesia de San Juan Bosco, de la colonia Paraíso. En las afueras de la parroquia, compañeros del finado se preguntaban entre sí ¿qué sería? ¿Por qué a él? Dejó dos jovencitos, comentaban sin dar crédito a lo ocurrido. Cerca de las 13:15 horas llegó el cortejo al panteón municipal para dejar a Pablo Gilberto en su última morada.
EN LOS REGISTROS
De enero a la fecha, son cinco taxistas los asesinados en la ciudad, entre ellos, el conductor del taxi CO-476, el pasado jueves durante la noche en el camino a la comunidad Agustín Millán; uno más, Ignacio Mendoza Maciel, de 55 años de edad, conductor del taxi 503, encontrado tirado en un terreno a orilla de la autopista Córdoba-Orizaba, a la altura de Las Quintas. El auto fue encontrado en la comunidad Intermedio, en Ixtaczoquitlán.
