El tema dividió a la ciudadanía de forma inevitable. La presencia en la Ciudad de México de los integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación dejó pérdidas económicas calculadas en más de mil millones de pesos. Y es que más de 30 mil negocios se vieron afectados desde agosto con las manifestaciones, bloqueos y plantones en el Zócalo y después en el Monumento a la Revolución. Y al respecto había quien daba apoyo a los maestros, en el entendido de que tanto ellos, como cualquier otro ciudadano, tienen libertad para manifestarse, pero, de igual forma, hubo a quien se le acabó la paciencia y se le colmó el plato de ver las calles y plazas del Centro Histórico de la capital bloqueadas.
Finalmente, el domingo la víspera de la llegada de los Reyes Magos, el Gobierno del Distrito Federal replegó a los maestros que se encontraban aún en la Plaza de la República. Fueron más de 115 días que permanecieron allí, tras su desalojo del Zócalo.
“Lo que se planteó fue darle cauce a un acuerdo previo, en el sentido de tener una compactación, un repliegue, dado que había espacios que estaban vacíos. Me refiero a que había casas de campaña y algunos otros sitios donde no había personas (…) Hay un plantón que incluso continúa, que es representativo de quienes ellos consideran para seguir en sus manifestaciones…”, me decía ayer Miguel Ángel Mancera en la Segunda Emisión de Cadenatres Noticias.
Y es claro que su repliegue no significa el fin del conflicto. Qué torpeza pensar que así es. Si bien el pretexto que los trajo al DF fue la Reforma Educativa, ya promulgada, este episodio de la CNTE sólo demostró que para el interior del estado de donde son la mayoría de sus integrantes -Oaxaca- tienen un peso político importante que con toda seguridad esperarían traer a la Ciudad de México. O que sus efectos llegaran hasta el Palacio del Ayuntamiento. Se confiaron.
Anunciaron la llegada de diez mil maestros para el día de hoy como un refuerzo y para el apoyo de quienes fueron replegados hace un par de noches. Anunciaron también una próxima gran marcha. Aunque, para el caso, ambas estrategias, totalmente tardías. Y es que para qué se regresaron en primera instancia. El ruido que generó su llegada fue alto por la coyuntura, pero meses después luce apagado el movimiento. ¿O bajo qué causa justifican su futura permanencia?
Addendum. Hace unos meses, cuando de nuevo se comenzó a hablar de la “posible” -comillas para que no se espanten los más puristas- legalización de la mariguana, Vicente Fox, con el tino declarativo que tiene, dijo de inmediato que, de ser realidad, él le entra al cultivo y comercialización. Ahora, con la Reforma Energética aprobada y promulgada, sorprendió el domingo cuando anunció que ya tiene su “vaquita” de más de 500 millones de dólares, lograda gracias a las aportaciones de varios inversionistas de Estados Unidos y Canadá. Así que estará contando ya los días para convertirse en un próximo empresario petrolero. Tan Fox.