México, D.F.- Cinco días antes que se cumpliera el primer año de gobierno federal y ante el claro incumplimiento del plazo para discutir y aprobar las leyes secundarias de la reforma en telecomunicaciones, el gobierno de Enrique Peña Nieto decidió presentar con un gran despliegue burocrático y mediático la Estrategia Digital Nacional que pocos entendieron y menos han comentado.
La Estrategia Digital Nacional carece de un diagnóstico claro, metas fijas, plazos para cumplirlas y responsables directos, pero sí establece dos metas genéricas, más publicitarias que operativas: hacer que México pase del quinto al primer lugar en América Latina en materia de digitalización (lugar que actualmente ocupa Chile), y alcanzar el promedio de digitalización de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Tan sólo para lograr el primer objetivo se necesitan más de 94 millones de conexiones de telefonía y banda ancha.
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