Se tiene la percepción generalizada de que la corrupción es un fenómeno que crece día con día, aunque si quisiéramos hacer una comparación con años anteriores nos encontraríamos con un problema, por la baja difusión de antes. No hace muchos años, el tema de corrupción era un tema vedado y existían pocos investigadores y reporteros que se dedicaran de tiempo completo a seguir y denunciar casos que implicaban actos de corrupción. En los medios únicamente aparecían los casos más notables, principalmente si los involucrados eran personajes importantes o famosos.
Las cosas han cambiado radicalmente y ahora tenemos una profusión de información de todas partes del mundo denunciando la corrupción, lo cual es un avance sustancial en la necesidad de los gobiernos democráticos de acabar con ella.
En los últimos diez días del año pasado aparecieron en la prensa diversos hechos que, por su importancia, merecen ser difundidos con mayor amplitud. En primer lugar, se encuentra que el Centro Internacional para los Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés) tiene un proyecto anual el cual, utilizando la recopilación de información en todo el mundo a través de los reporteros o periodistas de investigación, designa a la persona y/o institución que merecen ser reconocidos como los “personajes del año” por sus esfuerzos de intenso trabajo para promover la corrupción y el crimen organizado.
Para el 2013 fue designado el parlamento rumano, debido a que a principios del mes de diciembre pasado se sometió a votación, sin debate alguno, una propuesta que podemos calificar de “sui géneris” pues establece que el presidente rumano, los senadores y diputados, entre otros, no son funcionarios públicos y en tal virtud no podrán ser acusados de soborno, abuso de funciones, conflictos de interés y cualquier otro cargo relacionado con la corrupción. La propuesta menciona incluso que los funcionarios del gobierno ya condenados por corrupción podrán ser exonerados. Actualmente, 28 miembros del parlamento rumano han sido condenados y más de 100 alcaldes están siendo juzgados por abuso de funciones.
Como la propuesta ya fue aprobada por el parlamento, lo único que esperan para que sea totalmente legal es la firma del presidente Traian Basescu. Los medios de comunicación han manifestado que es tal la indignación que priva en la sociedad rumana que a lo mejor el presidente no la firma y la regresa para que se le hagan modificaciones. Nunca antes en la historia de cualquier país se había llegado a una propuesta tan cínica. Y por ella es que los premiaron.
También se le dio una mención honorífica a una mujer que es todo un personaje, por las diversas facetas que tiene y desarrolla. Me refiero a la hija del presidente de Uzbekistán, Gulnara Karimova, de 41 años, quien es considerada una de las mujeres más ricas de esa parte del mundo. Lo mismo hace ropa que joyas o defiende a los pobres, etcétera. Era la favorita de su padre, pero ha caído en desgracia por las intrigas familiares que, según ella, son originadas por su madre. Gracias a esto se está viniendo abajo todo el glamour que tenía e incluso está siendo investigada, junto con la principal compañía de telecomunicaciones de Suecia, TeliaSonera, por un supuesto soborno de 300 millones de euros.
Para colmo de su desgracia, se supo que cinco disidentes uzbekos entraron en su residencia de Ginebra, Suiza, y encontraron más de 60 pinturas que habían sido robadas de los museos de arte del Estado de Uzbekistán, así como diversos objetos valiosos, y se sospecha que todo está organizado por el padre.
Con los dos hechos que he relatado se demuestra que ya es muy difícil ocultar la corrupción, aunque probablemente habrán de pasar algunos años para encontrarla. Afortunadamente, el periodismo de investigación ha avanzado bastante en todo el mundo, lo cual es un beneficio para todos.
También debemos estar pendientes de no acostumbrarnos a sólo leer la noticia, sin reaccionar creyendo que la corrupción ya es parte de nuestra vida.