Orizaba.- Alrededor de 3 mil católicos participaron en la bendición del fuego nuevo y la misa solemne de la Vigilia Pascual en la Catedral de San Miguel Arcángel, homilía que fue presidida por el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, un acto que se replicó en las 43 parroquias, una cuasiparroquia y 13 rectorías que corresponden a los cinco decanatos que se ubican en los 28 municipios que abarca la región pastoral de la Diócesis.
La celebración litúrgica que conmemora la Resurrección de Jesús dio inicio con el desarrollo del lucernario, es decir, con el encendido del fuego nuevo en el atrio de la Catedral en donde el Obispo estuvo acompañado de sus ministros y parte de la congregación, después todos entraron a la iglesia precediendo el Cirio Pascual, una a una de las velas de los feligreses se fueron encendiendo, alumbrando así el lugar.
Acto seguido se repasó la historia a través del canto del pregón, al mismo tiempo que se realizó la meditación de los logros de Jesucristo en favor de su pueblo, “esta es la noche en que, rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo. ¿De qué nos serviría haber nacido si no hubiéramos sido rescatados?”.
Se considera como uno de los himnos más hermosos y emotivos de toda la liturgia romana, debido a que canta el triunfo definitivo de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, el triunfo de la luz del Salvador sobre las tinieblas que parecían haber vencido al rey de la vida.