El 19 de febrero, una llamada al 911 sorprendió a la operadora, el conductor de un taxi en la ciudad de Veracruz reportaba que lo habían asaltado y privado de la libertad unos minutos; los autores señalados eran un sujeto, una mujer y una niña de 4 años que llevaban en brazos.
Desde entonces, otros tres trabajadores del volante han denunciado atracos de esa banda delictiva que usa a la menor como señuelo, para que las víctimas no sospechen cuando los abordan.