México, D.F.- El cáncer corroe al Subcomandante Marcos, encapsula el tiempo; ladrón de energía que lo despoja de las miradas que anhelan su presencia. “¿Qué niño se la vive recitando poemas y recordando fragmentos de obras literarias? Te lo digo: uno profundamente triste. Así fue Marcos”.
La filosa mirada inquisitoria por un instante se ha transformado, dulcificando inusualmente su semblante al momento que murmura: “Dejarse morir es lo mejor que puede hacer para ayudar”. Las palabras son de una mujer que compartió lecho, sueños y formación guerrillera por cinco años con el emblema y líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
A finales de los 70 y hasta 1983 fueron pareja y, aunque se dejaron, coincidieron por casi una década después ya que ambos pertenecían a las Fuerzas de Liberación Nacional (FLN) y luego al EZLN. Ella dejó el zapatismo un par de años antes de que el primero de enero de 1994 tomaran las armas, iniciando la guerrilla en México.
Sus palabras dan una nueva perspectiva bajo el pasamontañas, la pipa y el sistema de comunicación (marketing y showman incluidos en el “kit”) que han logrado lo que ningún otro grupo insurrecto en las últimas dos décadas. Tras la “última guerrilla de América” se revela una implacable melancolía que siempre ha acompañado a Marcos, que lo corroe ahora hacia lo que podría ser una caída del telón.
Si bien no hay un consenso unánime sobre la naturaleza, el origen, los logros y la legitimidad de los zapatistas, en lo que sí es común encontrar coincidencias es el papel que desempeña para ese movimiento guerrillero este hombre, cuyo “alias” en la vida común corresponde a “Rafael Sebastián Guillén Vicente”, como lo aseguró en febrero de 1995 el entonces presidente Ernesto Zedillo.
Incluso por sus propios comunicados hoy sabemos que los zapatistas sobreviven en gran parte por apoyos internacionales. Además, hay una estructura nacional también vital para las finanzas, logística y creación de cuadros que en estos momentos usa las mismas casas de seguridad en distintas ciudades del País que hace 35 años, aún antes del nacimiento del EZLN.
En la víspera del 20 Aniversario del alzamiento del EZLN contra el Gobierno de México, esta mujer finalmente entra en sus recuerdos y los comparte, tras un año de charlas con ella y otras personas que coincidieron en momentos decisivos en la vida de Marcos.
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