Orizaba.- Los primeros minutos de este año, fue hallado el cuerpo de un hombre en avanzado estado de putrefacción, al parecer cinco días antes murió en el interior de su recámara víctima de un paro cardiaco, pero debido a que vivía solo, nadie se habría percatado del deceso.
Se llamaba Fernando Hernández Ramírez, era comerciante, tenía 54 años de edad y vivía en prolongación de la avenida Madero Norte, entre Poniente 30 y 32 sin número de esta ciudad, junto al lavado de autos “Quepe”, lugar en donde fue localizado muerto a las 01:00 de la madrugada de ayer.
De acuerdo a la versión de sus familiares, llegaron la noche del 31 para visitar a su familiar, durante varios minutos estuvieron tocando la puerta pero sin recibir respuesta, al interrogar a los vecinos pidieron abrir la puerta para corroborar que no estaba, pues no tiene a dónde ir porque vivía solo.
Posteriormente una vez adentro de la vivienda, lo buscaron en varias partes hasta llegar a la recámara en donde se llevaron la desagradable sorpresa, al ver a su familiar recostado y muerto, al tratar de moverlo descubrieron el estado avanzado de putrefacción del cuerpo de este hombre.
Según sabían ya anteriormente habría sufrido dos ataques epilépticos y otros males, por lo cual, sospechan le dio un tercer ataque al momento de dormir y el cual lo llevío a morir recostado, al vivir solo nadie lo asistió para brindarle los primeros auxilios o por lo menos para pedir la ayuda médica.
Por tal motivo, fue hasta la madrugada de ayer cuando lo hallaron muerto y putrefacto, pero por las bajas temperaturas el cuerpo de este hombre se conservó y no emitió fuertes emanaciones, de lo contrario desde hace varios días ya lo hubiesen descubierto.
Cabe mencionar que tras el macabro hallazgo, la secretaria en turno de la agencia del Ministerio Público del sector norte y personal de Funerales Gutiérrez, acudieron para dar fe de la muerte de esta persona, pero al ser un deceso patológico no iniciaron alguna investigación ministerial.
Óscar Jiménez Carrasco
El Buen Tono
