Por Andrés Timoteo / columnista
PAN Y PRI, LAS INJERENCIAS
Lo mejor que le pudo haber pasado al Partido Acción Nacional (PAN) en la entidad es que el Tribunal Electoral de Veracruz (TEV) haya anulado los comicios del 11 de noviembre pasado y, por ende, el controvertido “triunfo” del tuxpeño José Mancha Alarcón sobre el exalcalde de Tantoyuca, Joaquín Guzmán Avilés. Al menos en los tribunales locales no se pudo sostener la reelección de Mancha Alarcón.
El TEV ordenó realizar nuevos comicios internos en el blanquiazul, pero tampoco los magistrados locales tienen la última palabra. Ahora vendrá la impugnación del tuxpeño ante las instancias federales y conforme se den los fallos, el caso llegaría hasta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Es decir, seguirán los capítulos de la novela azul.
No obstante, nadie puede negar que Mancha Alarcón es una calamidad para el panismo al igual que el propio Joaquín Guzmán Avilés y alrededor de ambos orbitan intereses de terceros para controlar al panismo. El tuxpeño tiene como trasfondo, según se ha dicho, al exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares y el grupo del senador Julen Rementería del Puerto.
Por su lado, el tantoyuqueño está respaldado por panistas identificados con el innombrable -entre ellos Enrique Cambranis y Víctor Serralde, o como se llame en realidad este señor- y a personeros del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). De hecho, el fallo del Tribunal Electoral de Veracruz para anular la elección del blanquiazul se lo atribuyen a la injerencia del Gobierno Estatal que apoyar a un dirigente que lo convierta en una oposición descafeinada y dócil.
De esta forma, la renovación de la dirigencia del panismo veracruzano se volvió una maraña de intereses internos y externos. Los más peligrosos son los segundos, porque la fidelidad y el morenismo están ávidos de convertir al panismo en un aliado político a cambio de prebendas para quienes controlen el Comité Directivo Estatal.
Por otro lado, es un hecho que Mancha Alarcón carece de autoridad política y moral para dirigir a un partido que se pretenda erigir como oposición. La corrupción que lo rodea lo inhabilita para emitir críticas al régimen en funciones, como ya se ha dicho reiteradamente, y mantenerlo al frente del partido es un despropósito en términos de decencia política.
Por eso, también lo mejor en esta coyuntura sería que, si se confirma que habrá elecciones extraordinarias, se acuerde que ni Mancha ni Guzmán Avilés vuelvan a contender. Es mejor que busquen personajes más decentes o, por lo menos, no tan desprestigiados ni tan uncidos a los intereses externos.
Y las cosas son parecidas en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que tendrá la primera elección interna de su historia el próximo 28 de abril. Allí también hay manos ajenas que tratan de conseguir un dirigente a modo. La leyenda urbana cuenta que tras el exalcalde de Paso de Ovejas, Adolfo Ramírez Aranda están el innombrable, Héctor Yunes Landa y el gobierno estatal de Morena. Es la carta del llamado PRIMOR para controlar al desvencijado priismo.
En tanto, tras el regidor con licencia de Veracruz, Marlon Ramírez Marín -quien no es primo del ‘Fofo’ Ramírez como se ha difundido, pues éste es de los Ramírez de Paso de Ovejas y el otro de los Ramírez de Juchique de Ferrer- estaría el alcalde porteño, el panista Fernando Yunes Márquez y, por ende, el exgobernador Miguel Ángel Yunes.
Ambos, Marlon Ramírez y Adolfo Ramírez son los competidores reales -el resto de inscritos son de relleno- y representarían el duelo de intereses políticos de los de cada y los externos. El resumen es: PAN y PRI son plazas disputadas por el yunismo, la fidelidad y el morenismo, mientras que la militancia está al margen.
SEGUNDA LLAMADA
Bajo la dirección de profesor Joel Eder Vázquez Bañuelos, los días 18 y 19 de abril se realizará la 56 edición de la “Semana Santa en Vivo” en Tomatlán. La función de Jueves Santo que incluye las escenas de la Última Cena, la Conspiración de Judas con el Sanedrín, la Oración del Huerto, la Última Cena, la aprehensión de Jesús y las Tres Negaciones del apóstol Pedro, iniciará a las 20 horas -ocho de la noche-.
El Viernes Santo al medio día se recrearán los pasajes del Juicio a Jesucristo, el vaivén del Sanedrín al palacio de Herodes Antipas, la liberación de Barrabás, los Azotes la Nazareno, el Camino al Gólgota y su Crucifixión y Muerte. El teatro del pueblo será en el parque central, a excepción del Viacrucis que será por las calles del pueblo y la Crucifixión en la entrada al cementerio municipal.
Serán ochenta actores en escena, todos amateurs y lugareños. Por segundo año, José Efrén Prado Fitta representa a Jesús y los otros personajes serán caracterizados por Martha Anabel García Balderas (María de Nazaret), Larissa Montserrat García Sorcia (María Magdalena), Miguel Jiménez Hernández (Juan El Bautista), Antonio del Valle Jiménez (Judas Iscariote), Bernardo Juárez Jiménez (Sacerdote Anás) y Luis Cortés Hernández (Sacerdote Caifás).
También Becker Fitta Hernández (sacerdote Nicodemus), Omar Reyes de la Llave (José de Arimatea), Marcía Bañuelos Huerta (el soldado Malco), Martín Prado Rayón (el apóstol Juan), Alejandro Vega García (Poncio Pilato), Refugio Fitta Cárdenas (Claudia), Julio Pérez Hernández (Herodes Antipas), Katia Cárdenas Prado (Salomé) y Leonardo López Zabaleta (Barrabás)
Hay que destacar que Bernardo Juárez Jiménez, Conrado Falcón, Román Fitta Cárdenas, Antonio Del Valle Jiménez, Miguel Jiménez Hernández y Arnulfo Velázquez son de los participantes que han participado en más ediciones de la “Semana Santa en Vivo”, los veteranos por llamarlos de alguna forma. Además, tanto ellos como otros de los actores son herederos de la tradición familiar, es decir sus padres en algún momento participaron también en el teatro popular a lo largo de los 56 años que tiene la tradición en Tomatlán.Es la segunda llamada para que todos hagan turismo religioso en Tomatlán durante la Semana Santa 2019.