Por Andrés Timoteo / columnista
LAS VIOLENTAS CÓRDOBA Y ORIZABA
Son tres los pendientes inmediatos que tiene el presidente Andrés Manuel López Obrador en Veracruz. Uno tiene que ver con la seguridad pública ya que, ante la crisis por la violencia, el mandatario federal anunció que su gabinete de Seguridad se trasladará a la Entidad para sesionar a fin de revisar planes y acciones.
Todavía no se sabe cuál ciudad será la sede de esa sesión, aunque se deduce que podría ser Xalapa, la capital por la incidencia del crimen. Ya realizó la primera reunión itinerante en Tijuana, Baja California y la segunda será en Guadalajara de Jalisco. Se ha dicho que cada 15 días el Gabinete de Seguridad ira al interior del País entonces posiblemente para la primera quincena de abril sesionen en Guadalajara y a finales del próximo mes en Veracruz.
La cuarta sede será Nuevo Laredo, Tamaulipas según lo dicho por el propio mandatario. Ya el miércoles la reunión fue en Tijuana. Y las sedes no se eligieron al garete sino obedecen a -como se dijo al inicio- la crisis generada por la violencia en esas entidades que las llevó a colocarse en los primeros sitios en la comisión de delitos de alto impacto de acuerdo con las estadísticas del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública.
Además, recientemente la asociación civil Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal que se especializa en mediciones estadísticas sobre la inseguridad y la violencia colocó a seis ciudades mexicanas entre las 50 más violentas del mundo. Una de ellas, Tijuana, donde López Obrador celebró la primera sesión, ocupó el primer lugar de todo el mundo con 2 mil 640 asesinatos cometidos en el 2018, de ahí la urgencia para que el Ejecutivo acudiera a esa ciudad fronteriza.
Además, hay otros 15 municipios de Veracruz incluidos entre los más violentos de México durante el año pasado y dos de ellos son Córdoba y Orizaba. De esos 15 municipios de la entidad veracruzana, Córdoba ocupa el primer lugar en las estadísticas pues en el 2018 tuvo 22.77 homicidios por cada 100 mil habitantes, 1.30 violaciones, 5.21 lesiones, 10.32 robos con violencia, 0.42 secuestros y 0.51 extorsiones.
Esto quiere decir que, en cuestión de asesinatos, la Ciudad de los Treinta Caballeros lidera la estadística estatal, además tiene una alta incidencia en robos con violencia. En la estadística nacional, el municipio de Córdoba ocupa el lugar 44 de las ciudades mexicanas más violentas de un ranking entre 234 municipios que fueron medidos. Por su lado, Orizaba ocupa el sitio nueve en la estadística estatal y el 145 en la nacional con 9.5 homicidios por cada 100 mil habitantes, 0.52 secuestros, 0.93 violaciones, 4.53 lesiones, 4.23 robos con violencia y 0.38 extorsiones.
Las otras ciudades veracruzanas incluidas entre las más violentas del País son Pánuco, Coatzacoalcos -como ciudad, no como zona metropolitana- Veracruz, Cosoleacaque, Poza Rica, Minatitlán, Álamo Temapache, Tierra Blanca, Boca del Río, Papantla, Martínez de la Torre y San Andrés Tuxtla. Entonces, hay razones de sobra para que el Gabinete de Seguridad sesione en este Estado tan castigado por la violencia.
GIRA Y BODA
El segundo pendiente presidencial en Veracruz es la gira por la zona Norte pues López Obrador ya recorrió como titular del Poder Ejecutivo en funciones la región Sur y Centro de la Entidad. Este viernes 29 iniciará su tercera gira por la Entidad en la que recorrerá cuatro municipios del Norte para poner en marcha ocho universidades “Benito Juárez” que se anunciaron para dar cabida a estudiantes veracruzanos.
Además, entregará las Tarjetas del Bienestar a adultos mayores en las que recibirán el apoyo monetario mensual del programa “68 y Más” y también las correspondientes al programa “Sembrando Vida” que es el financiamiento para la siembra de árboles frutales y maderables, uno de los más ambiciosos de la actual administración.
La agenda previa es que hoy a la una de la tarde estará en Poza Rica y a las 17:00 horas en Tuxpan, mientras que el sábado encabezará reuniones en plazas públicas de Tantoyuca, por la mañana y Huayacocotla, por la tarde.
Y como en los últimos días no le ha ido bien a López Obrador en cuanto a los llamados ‘baños de pueblo’, es insoslayable la expectativa -y por supuesto el morbo para sus malquerientes- si en alguno de esos municipios es abucheado o por lo menos enfrenta protestas o desaires -recuerden que lo hicieron al inaugurar un estadio de beisbol, luego tuvo un zipizape con la prensa en Tijuana y en ese mismo lugar, el mitin que presidió estuvo semivacío-.
No hay que pasar por alto que tres de las ciudades que tocará son gobernadas por partidos diferentes al Movimiento Regeneración Nacional (Morena). En Tuxpan el alcalde es Juan Antonio Aguilar Mancha, primo del dirigente estatal del PAN, José Mancha Alarcón y el alcalde de Tantoyuca es Armando Guzmán Avilés, también panista y hermano del exsecretario de Desarrollo Agropecuario y exaspirante a dirigir el blanquiazul en la entidad, Joaquín Guzmán.
En Huayacocotla, el edil es perredista Juan Enrique Lemus Salazar. La única zona marrón a la que llegará es Poza Rica donde gobierna el morenista Francisco Javier Velázquez Vallejo, aunque eso no es garantía de que no habrá protestas, sobre todo porque el Edil ha resultado una calamidad como gobernante y los pozarricenses están arrepentidos de haberlo llevado a Palacio Municipal.
Finalmente, el último pendiente de López Obrador en Veracruz, aunque es extraoficial, es la boda de uno de sus sobrinos que tendrá lugar mañana sábado en Coatepec. El novio es Pedro Arturo López Herrera, hijo de su hermano Arturo López Obrador, con el que recientemente se contentó luego de que en el 2016 tuvo diferencias cuando éste le brindó su apoyo al candidato priista a la gubernatura, Héctor Yunes Landa.
La novia es María Fernanda Morales Rivera, una joven originaria de Xalapa. En días pasados, algunos medios de comunicación divulgaron fotografías de familiares del tabasqueño llegando al aeropuerto de Veracruz para el festejo. La oficina de la Presidencia no ha informado nada de este evento y es obvio pues se trata de un asunto familiar, excluido de la agenda oficial, aunque eso no salva que la mira de la opinión pública -y también de los morbosos y cotilleros- esté en Coatepec este fin de semana.
