Orizaba.- El vocero diocesano, Helkyn Enríquez Báez, resaltó que si los legisladores impulsan leyes injustas “no estamos obligados a reconocerlas y mucho menos a obedecerlas”, lo anterior ante iniciativas como la legalización del aborto a nivel nacional, la legalización de la mariguana y la amapola, la penalización a los padres de familia que lleven a sus hijos a recibir ayuda psicológica cuando tengan alguna confusión sobre su orientación sexual, entre otras.
Esto, ante el comunicado que emitió la Arquidiócesis de Xalapa, en el que señala que los diputados y los senadores enfocan sus baterías en destruir algunos valores fundamentales que caracterizan a la cultura mexicana a través de 17 iniciativas que se han estado presentando, mismas que para la Iglesia católica contradicen la ciencia, la razón y los tratados internacionales sobre Derechos Humanos.
Ante ello, el Sacerdote mencionó que se tendría que consultar a la población, pero esta consulta debería de ser organizadas por el instituto oficial, reales y “no con consultas hechas a modo, como dice nuestra cultura ‘patito’ para que la gente conteste lo que realmente quiere decir”.
“Las autoridades han sido elegidas para proveernos leyes justas que ayuden al bien común y al desarrollo comunitario, leyes injustas, nosotros sabemos como principio moral, una ley injusta, nosotros no estamos llamados ni a reconocerlas ni a obedecerlas y eso lo tienen que recordar los legisladores”.
Mencionó que se debe de recordar que la ley en un ordenamiento de la razón en vista al bien común y promulgada por aquel que tiene a su cargo el cuidado de la comunidad , “en primer lugar, tiene que ser para regular algo, si algo está caminando bien no se tiene porque cambiar el ordenamiento. La ley debe de ser fruto de la razón y no del capricho del legislador”.
Dijo que se cree que el impulsar algunas reformas parten “de caprichos o de ideologías que buscan satisfacer la demanda de algunas ideologías y no el responder a una necesidad del bien común de la sociedad de acuerdo a sus valores, a su pensamiento y a su verdadero desarrollo; realmente ¿estas leyes las están promoviendo por que la sociedad lo demanda?”.
Entre las iniciativas también destaca la “democratización” de la familia, legalización de la eutanasia, la aprobación de la “renta de vientres” o maternidad subrogada, la aprobación de “derechos sexuales” inexistentes y la imposición de la ideología de género como eje rector de la educación, las leyes, políticas públicas y la administración de justicia”.