CDMX.- El uso de agronómicos o plaguicidas de síntesis química se ha incrementado en los últimos años en México sin que exista una regulación que controle a las sustancias más peligrosas. A pesar de que la evidencia científica ha demostrado que estas sustancias son capaces de generar cáncer y otros efectos en el sistema endocrino, metabólico y neurológico, en México se permite la utilización de 140 ingredientes activos prohibidos en otros países.
En opinión de los especialistas, el problema radica en la desactualización y desconocimiento de las autoridades y usuarios sobre las normativas internacionales, tales como el Convenio de Rotterdam y el Convenio de Estocolmo, los cuales establecen protocolos para la eliminación o restricción de las sustancias tóxicas persistentes y bioacumulables de fabricación intencional.
Omar Arellano, investigador de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad y miembro de la Unidad de Análisis ambiental de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostuvo que en sexenios anteriores instituciones como las secretarías de Salud (SSA) y Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) –actualmente Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader)–, incurrieron en la omisión del uso de dichas sustancias.
Recientemente en entrevista para SinEmbargo, Víctor Villalobos, nuevo titular de la Sader, aseveró que se impulsarán las buenas prácticas agrícolas con las que se retomará el uso de composta y fertilizantes orgánicos en el campo; además de que “no se promoverá el uso de semilla transgénica para los cultivos que van a la cadena alimenticia”.
Son los cultivos transgénicos y agroindustriales en donde más se emplean plaguicidas, por lo que esta medida podría representar una reducción importante en el incremento.
A pesar de que el Secretario del Gobierno federal afirmó que México es uno de los países con menor incidencia en el uso de químicos, las cifras oficiales demuestran un aumento acelerado de estos.