Litchfield.- Cuadrillas de obreros trabajaban el miércoles desde Maine hasta Michigan, e incluso en Canadá, para restaurar la energía a cientos de miles de viviendas y negocios que se quedaron sin electricidad por la tormenta de hielo del fin de semana, mientras la gente lentamente dejaba los refugios para pasar el día de Navidad en sus por fin cálidos hogares.
Las gélidas temperaturas que envolvieron la región que va de los Grandes Lagos a Nueva Inglaterra hicieron que el hielo se mantuviera en los cables eléctricos y las ramas de los árboles. Los funcionarios temían que las ráfagas de viento de más de 32 kilómetros por hora (20 millas por hora) pudieran romper más ramas y que en algunos lugares la nieve obstaculizara el jueves a las cuadrillas que intentan llegar a sitios remotos.
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