Por Andrés Timoteo / columnista
EMPODERADOS DE LA 4T
Una veracruzana está propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador para incorporarse al servicio diplomático. Se trata de la exDiputada Federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Roselia Barajas Olea, quien se ha promocionado como una mujer de izquierda. Ella sería nombrada embajadora de México en Costa Rica.
Va dentro de una lista de 21 propuestas para ocupar embajadas y consulados, forma parte de un grupo de seis personajes que carecen de formación y experiencia en el Servicio Exterior Mexicano. De ahí que ella y otros cinco han sido el blanco de la crítica de especialistas en la materia porque su postulación se debe más a compadrazgos, tráfico de influencias y pago de facturas políticas.
Por ejemplo, en ese grupo de futuros embajadores está Romeo Ruiz, esposo de la exsenadora y actual alcaldesa de Álvaro Obregón, en la Ciudad de México, Layda Sansores, que será enviado a Guatemala mientras que en Honduras nombrarán a David Jiménez González, cercano a Marcelo Ebrard, actual secretario de Relaciones Exteriores y a la nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, esposa de José María Rioboó el constructor consentido de López Obrador.
Barajas Olea es bióloga sin ninguna experiencia en la diplomacia, pero eso lo suple por ser la esposa del empresario Pablo Robles, dueño de los periódicos Imagen del Golfo y Diario del Istmo, además ser madre de la diputada local Mónica Robles Barajas, hoy de Morena, pero quien antes fue legisladora del PRI-PVEM y una de las consentidas del exgobernador Javier Duarte de Ochoa.
La actual diputada local es esposa de Iván Hillman Chapoy, exalcalde priista de Coatzacoalcos y quien fue secretario de Turismo y operador electoral del innombrable. Si la matriarca de los Robles se convierte en funcionaria pública sería el cuarto cargo político que cobraría esa familia a la llamada “Cuarta Transformación” pues no hay que olvidar que además de la diputación plurinominal para su hija ellos están detrás de la zacatecana Rocío Nahle, senadora con licencia y ahora titular de la Secretaría de Energía (Sener).
A nivel local también colocaron al director de la oficialista Radio Televisión de Veracruz (RTV), Víctor Cisneros. Y no quisieron parar allí porque a otro hijo pretendían colocarlo como candidato a la diputación Federal por el Distrito de Veracruz Urbano, pero la inconformidad del cantante y autor del Himno a Morena, Byron Barranco, quien denunció en las redes sociales el intento de imponerlo a la fuerza provocó un conflicto interno y la dirigencia de Morena retiró a los dos aspirantes.
Luego habrían buscado que ese mismo vástago fuera nombrado secretario del Medio Ambiente en el gabinete estatal pero también se les cebó el trato. Sin duda una familia cercanísima al poder, no sólo a los actuales regímenes Federal y Estatal sino que lo estuvo a los que encabezaron Duarte de Ochoa y el innombrable. Solo no pudieron hacer tratos con el panista Miguel Ángel Yunes Linares.
PARTIDO A-PES-TADO
Finalmente sucedió lo que tenía que suceder, el confesional Partido Encuentro Social (PES) perdió su registro y no volverá a ser. Es más, nunca debió estar vigente en el espectro político pues fue un instituto político que no funcionó como receptor del voto ciudadano sino como mero utilitario pues sirvió de plataforma a muchos para acomodarse en cargos de representación popular colgados de la alianza con López Obrador y Morena.
En días pasados, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que jurídicamente está extinto el PES por no haber alcanzado el tres por ciento de la votación general en las elecciones de 2018 como lo exige la legislación vigente, así que pierde el registro y con ello las prerrogativas monetarias además de todos los bienes muebles e inmuebles que sus dirigentes adquirieron con recursos públicos.
Hugo Eric Flores Cervantes, dirigente nacional del Partido, quien recurrió a todas las maniobras legales para evitar el fallo del tribunal que le arrebatara el negocio partidista, acusó a los ministros de “cobardes” y los amenazó con recurrir a instancias internacionales. Vaya que en la Suprema Corte han de estar temblando con tal baladronada. Sin embargo, Flores Cervantes se queda sin membrete, pero no sin cobrar en la nómina pública pues en los siguientes seis años despachará como delgado de la Secretaría del Bienestar en Morelos.
En ese mismo Estado gobierna el exjugador Cuauhtémoc Blanco, quien fue posición del PES en la alianza electoral con Morena y el Partido del Trabajo (PT), y que es parte de la progenie que el PES deja sembrada en la “Cuarta Transformación”. También deja bancada en la Cámara de Diputados y en Veracruz tiene varias curules en el Congreso Local.
Una de ellas es la que ocupa el tuxpeño Juan Manuel Pozos Castro, actual presidente de la Mesa Directiva. Otra es la del cordobés Rubén Ríos Uribe y la tercera es la del sureño, Gonzalo Guízar Valladares. Es decir, eses partido está muerto, pero dejó retoños para seguir medrando del dinero público.