En una buena parte de los hogares mexicanos —al margen del nivel económico de las familias—, los regalos que tuvo a bien traer Santa Claus hacen la felicidad de millones de niños. Unos, los menos, estarán manipulando la nueva tableta y los más, estarán satisfechos con el modesto regalo que recibieron.
Los regalos recibidos en estas fechas forman ya, a querer y no, parte importante de nuestra convivencia y la cultura. Pero mejor dejemos a los niños con sus juguetes y regalos recibidos, y averigüemos qué regalos recibieron los que debemos trabajar cotidianamente para atrapar la cada vez más inasible chuleta.
Los regalos que recibimos, no necesariamente estos días sino distribuidos durante todo el año que en una semana tocará a su fin, podríamos calificarlos no como un regalo sino como una agresión. Veamos por qué.
Los primeros regalos de la lista son, sin duda, los cuatro ajustes a la baja que la Secretaría de Hacienda debió hacer a su pronóstico original de crecimiento de la economía. Aquél mítico 3.5 por ciento debió ceder el lugar a 3.1 por ciento, luego a 1.8 por ciento y después 1.7 por ciento y por fin, parece que en este ejercicio de “prueba y error” al final acertarán, la economía crecerá un magro y vergonzoso 1.3 por ciento.
Por si este conjunto de regalos no hubiera sido suficiente, la Reforma Fiscal fue la cereza del pastel. Las deducciones personales sufrirán un recorte sustancial lo cual, prepárese por favor con la debida anticipación, lo resentirá en abril de 2015 cuando deba presentar su Declaración Anual correspondiente al Ejercicio 2014.
¿Quiere más regalos? ¿Qué le parecen las promesas de todo lo que hará nuestra Reforma Energética? ¿Y qué le parece lo que hará la Reforma Educativa por la educación pública?
Si con la lista anterior de regalos no se siente satisfecho y deseare algo más, le diría que usted no tiene llene. Evalúe lo que recibió durante el año y verá que es mucho; ¿qué quiere que le agregue a los regalos aquéllos? ¿Plantones, bloqueos y desmanes sin fin de parte de la CNTE y la CETEG junto con las huestes del SME, los anarquetos y punketos y demás grupos que han hecho de la violencia en contra de las personas y la propiedad pública y privada una actividad profesional?
¿Qué le parece la tolerancia que para con vándalos y delincuentes han tenido, tanto el gobierno federal como el del DF? La razón de esta conducta, otro regalo, es que ambos son gobiernos fuertes.
La lista de regalos que recibimos estos 12 meses podría continuar pero, prefiero mejor concentrarme ahora en listarle algunos que recibiremos en 2014. El primero de ellos, sin duda, será el ajuste —por allá a fines de abril— del pronóstico de crecimiento económico el cual, de 3.9 por ciento fijado por Hacienda pase, muy posiblemente a 3.2 por ciento si bien nos va.
Otro regalo —que no debemos menospreciar— son los efectos que resentiremos como consecuencia de la reducción del pronóstico original. ¿Cuánto dejará de recibir el erario? ¿Cuántos empleos formales menos tendremos, y cómo afectará esto a la demanda?
Por si no bastare, le dejo un último regalo. ¿Qué haremos ante la reducción de los ingresos proyectados? ¿Recortaremos el gasto público en un monto similar o como muchos aseguran ya, nos endeudaremos “un poco más”?
¿Verdad qué es muy bonito recibir tantos regalos?