En el patio político, la semana cierra con la queja de la dirigente nacional del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) Yeidckol Polevnsky de que en su partido se quieren infiltrar “sabandijas” y “chapulines” que saltan de un partido a otro y que son traicioneros por antonomasia. Señaló que ahora que Morena es el partido en el poder estos llegan a invadir. “Esos demonios andan sueltos, quieren meter mano y decidir”, aseveró como si fuera una catarsis.
Lo que no dijo la dirigente morenista es que no intentan, sino que ya están infiltrados y si Morena expulsa a esas “sabandijas” que llegaron del PAN o del PRI o de otros partidos, se quedarían sin la mayo- ría de sus legisladores, alcaldes, regidores, síndicos, gobernadores y buena parte del gabinete Presidencial.
Así de simple es la realidad de Morena a la que ya muchos llaman el “PRI marrón” o “PriMor”.