Veracruz; “centinela sin relevo de la Patria”; “rinconcito donde hacen su nido las olas del mar”. Al paso del tiempo, el puerto de Veracruz ha sido testigo de algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de México; la Conquista, la Guerra de los pasteles y otras intervenciones extranjeras. Veracruz también ha sido por muchos años la puerta a México y vio llegar a principios del siglo XX grandes grupos de inmigrantes como los libaneses, los españoles y los italianos. Todos estos acontecimientos le han dado a Veracruz una identidad y vida que va mucho más allá del simple hecho ir a la playa y ver el mar (o en Semana Santa, el mar de personas).
Si alguna vez has ido al Puerto y no has visitado su Centro Histórico, tienes que volver planear tu visita. Es un poco dudoso tomar la determinación de perderse entre los callejones de una ciudad desconocida, pero el Puerto tiene rincones escondidos como plazuelas y callejuelas muy pintorescas y dignas de una postal. Por la tarde, puedes dejarte llevar por los ritmos del son Jarocho y el danzón que están prácticamente a cada vuelta de esquina. Existen bares y cantinas que sirven exquisita comida veracruzana y que tienen ese ambiente jarocho tan particular del Puerto. En pocas palabras ¡el centro es mágico!
Hablar del puerto jarocho es difícil si no mencionamos el mar. Ir caminando por el Malecón volteando a ver a mar, sea por la mañana con los espectaculares amaneceres o por la noche con la luz de la luna reflejada en el agua, es un deleite para la vista. Al imponente horizonte del Golfo de México le podemos sumar los barcos que llegan a tocar Puerto, la fortaleza de San Juan de Ulúa o la Isla de los Sacrificios. No se dejen engañar por la historias de esta, no hay caníbales viviendo ahí.
Existe un barrio en Veracruz que está un poco perdido en la memoria pero que tiene gran significado histórico. El Barrio de la Huaca es uno de los barrios más antiguos no sólo de la ciudad de Veracruz, pero también de México. Lo singular de este barrio son las casas de madera y de varios colores. Estas casas son muy viejas, muchas datan del principio de la Colonia de la Nueva España y la gran mayoría están construidas con madera que los esclavos africanos encontraban en la costa, de barcos encallados o de astilleros. Otra particularidad es que los tejados de estas casas están importados de Francia, muchas de las tejas están incluso fechadas y grabadas con el símbolo de un ancla de la empresa que las fabrico en Burdeos, Francia; aparentemente sólo las tejas fabricadas ahí podían encajar bien y producirlas en México resultaba muy caro. La Huaca era pues un barrio de esclavos que se encontraba afuera de la antigua muralla de la ciudad; no muy lejos del barrio, sobre la calle Francisco Canal S/N, podemos encontrar uno de los últimos vestigios de la muralla: el Baluarte Santiago. Tomando este bastión como referencia nos podemos transportar a la Época Colonial e imaginarnos los ataques de piratas que querían interceptar las riquezas provenientes del centro del País.
Toda esa mezcla de cultura, historia, gastronomía (nada como unas deliciosas picaditas y gorditas de frijol con un jugo de frutas en el Mercado Zaragoza) hacen del puerto de Veracruz sin duda un lugar fascinante. Ha sido fuente de inspiración para muchos artistas, especialmente Agustín Lara o Natalia Lafourcade (claro, “producto local”). La amabilidad de su gente y la alegría que si vive en las calles es conocida a nivel nacional; pueden esperar una gran bienvenida en el Puerto y en general en todo el estado. Si no lo crees, escuchen la canción de ‘México en la piel’.
Es difícil, para las personas jarochas que viven fuera, no pensar en aquellos atardeceres y amaneceres de rojos intensos, el sonido de las olas del mar, las noches de alegría y la buena comida que el Puerto ofrece. Y para los que viven en el Puerto es muy importante que los visitantes conozcan las riquezas de su tierra y de todo el estado en general. En el Puerto se respira historia, se vive con el mar y se sufre con el calor y los mosquitos insoportables. Si bien hay lugares como la Huaca que necesitan ser renovados con urgencia, no hay forma en la que las personas que visitan Veracruz se queden decepcionados. Si no lo crees ¡ve y vívelo!
