Córdoba.- Por tratarse de un establecimiento propiedad del ex síndico municipal, Mauricio Delfín, Farmacias de Dios ha gozado de beneficios que ningún otro comercio de la zona puede presumir, desde hace varios años se le ha permitido la instalación de un estacionamiento particular en plena vía pública, violentando los derechos de los peatones y automovilistas.
Aunque el tramo que comprende a la avenida 1 y calles 5 y 7 cuenta con permiso para estacionamiento, Farmacias de Dios se ha apoderado de la calle y de las banquetas, no sólo se trata del problema de las motocicletas varadas durante largas horas en el lugar, aún pese a que tampoco se cuenta con los señalamientos correspondientes a una zona para motocicletas.
Si no que también se le suma el hecho de la colocación de rampas que impiden el paso del peatón, utilizadas para el descenso de las unidades a la calle, así como durante los horarios de carga y descarga del medicamento.
En la zona existen establecimientos comerciales de todo giro, venta de ropa y calzado, además de otro de venta de fármacos, mismo que no cuenta con tales beneficios de sitio propio para el estacionamiento de sus unidades, pese a que se ha solicitado para poder competir dentro del mercado.
Las transas en las que Mauricio Delfín ha participado, le han servido para gozar de beneficios como en este caso, resultando más que evidente, se trata de un acto de favoritismo y abuso de poder para beneficiarse.
Basta con recordar que tras el ingreso a esta localidad de los elementos de Tránsito del Estado, cientos de motocicletas fueron levantadas por haberse encontrado en sitios no destinados para su estacionamiento; sin embargo, en este caso vemos cómo a las autoridades les importa poco el bienestar de la población, mientras Farmacias de Dios, continúa apoderándose de las calles, al ciudadano común se le aplican toda clase de multas y sanciones por violar un reglamento de Tránsito que en definitiva debe de aplicar parejo.
El Buen Tono