Atractivo, guapo, carismático, con una mirada penetrante, buen padre, mejor actor, un hombre enamorado… ¿cuántos adjetivos se podrían aplicar a Brad Pitt? El actor, sin temor a equivocarnos lo podemos decir, es uno de los más guapos del panorama cinematográfico y ha levantado pasiones por todo el mundo. Solidario, generoso, cercano… cincuenta adjetivos para una vida dedicada por entero a sus dos pasiones: la interpretación y sus hijos. ¿Quieres saber cómo ha sido la vida de este conquistador?
William Bradley Pitt nació el 18 de diciembre de 1963 en Shawnee, Oklahoma, pero se crió en Springfield, Missouri. Allí se matriculó en la universidad para cursar los estudios de Periodismo, sin embargo, a falta de dos créditos para licenciarse, decidió marcharse a California para intentar cumplir su sueño de ser actor.
Participó puntualmente en algunos capítulos de varias series de televisión, como Another World (1964) o Los problemas crecen (en la imagen con el actor Ben Seaver).
Durante sus inicios, el actor también participó en una de las series más emblemáticas de todos los tiempos, Dallas. Figuró en cuatro episodios entre diciembre de 1987 y febrero de 1988 e interpretaba al novio de Charlie Wade, papel que hacía Shalane McCall, con la que aparece en la imagen.
Fue tras su aparición en 1991 en la película Thelma & Louise, de Ridley Scott, cuando dio el salto a la fama como actor y como “sex symbol”. Presumiendo de cuerpo, Pitt causó verdadera sensación con la interpretación de este atractivo autoestopista que seduce al personaje de Geena Davis.
Si su filmografía es larga no se queda atrás su currículo amoroso. Fugaces pero abundantes, la lista de mujeres que lo han ido acompañando a lo largo de su vida es extensa. Y, cómo no, la mayoría provenientes a su vez del mundo del espectáculo, como las actrices y cantantes Elizabeth Daily o Jill Schoelen, de quien se afirmó rompió su compromiso con Brad Pitt cuando ella filmaba El fantasma de la ópera, tras varios meses de relación.
Al igual que su carrera como actor crecía de forma imparable, sus romances con algunas de las actrices más conocidas del momento le ayudaban a consolidar su fama. Una de sus primeras conquistas fue Juliette Lewis, con quien compartió cartel en Demasiado joven para morir, y con quien mantuvo una relación durante tres años. Ésta daría paso a otras nuevas conquistas, aunque no sería hasta el rodaje de Seven cuando llegaría uno de sus grandes amores, Gwyneth Paltrow. Otros tres años de relación mantuvieron unidos a la pareja, que llegó a anunciar oficialmente su compromiso hasta que la actriz decidió romper con su noviazgo.
Brangelina fue el nombre con que se conoció a los protagonistas de una historia de amor de película. Carisma y atractivo quedaron unidos de forma indisoluble a pesar de los rumores de infidelidad que rodearon al actor, tras el rodaje y posterior estreno de Sr. y Sra. Smith, cinta que supuso el flechazo entre dos de los actores más cotizados del celuloide. Debido al aluvión de rumores que acusaban a Brad de infidelidad a la todavía su mujer, Jennifer Aniston, en un principio el actor y Angelina mantuvieron las distancias hasta que, tras formalizar su separación, Brangelina confirmaba su noviazgo a finales de 2005, dejándose ver juntos en público en varias ocasiones.
Casi se podría decir que cada película ha marcado un antes y un después en las relaciones amorosas del actor americano. Tras el rodaje de Siete años en el Tíbet y su fracaso sentimental junto a Gwyneth Paltrow llegaría el turno de Jennifer Aniston, más conocida como Rachel Green por su papel en Friends. Empezaron a salir en 1998 y dos años más tarde se darían el ‘sí, quiero’ en una playa de Malibú, formando una de las parejas de moda del Hollywood de aquellos años. Pese a lo idílica que parecía su relación, en 2005 Aniston solicitaría el divorcio.
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