Haití entró este jueves a su octavo día consecutivo de paralización y protestas para pedir la dimisión del presidente, Jovenel Moise. Las confrontaciones entre los manifestantes, en su mayoría jóvenes de las zonas más populares, y las fuerzas de seguridad dejan ya al menos siete muertos. La situación ha seguido deteriorándose en las últimas jornadas, con más choques con la policía y saqueos de comercios que han llegado hasta el corazón de la capital del país más pobre de América y uno de los de menor renta percápita del planeta, Puerto Príncipe. La mitad de los haitianos sobrevive con menos de dos dólares diarios.