Córdoba.- El amor de Juana Guzmán por el café lo tradujo en artesanía, en enseñanza, en aprendizaje que tiene su origen en la comunidad de San Bartolo.
Hasta hace ocho años, su única labor era ser ama de casa, a su vez que veía como el campo se iba muriendo. De ahí la inquietud de no verlo caer y comienza a sembrar café típica, no sólo para su consumo y venta como una forma de colaborar con los ingresos del hogar, sino también a su vez, con la clara intención de rescatar al aromático.
Es así como Juana Guzmán inició esta aventura de convertirse de ama de casa a empresaria; iniciando con el cultivo de típica.
Tres años después, y tras empaparse de información, llevó más allá el amor por la cosecha, los transformó agregando toda una gama de artesanías, rescatando así, las bondades del grano que a base de creatividad, convierte en aretes, pulseras y hasta collares.
Pero su dedicación no se detiene, mucho menos encuentra límites, pues ese amor a cada grano de café que brota de la tierra de San Bartolo le ha encontrado un fin.
Imparable, así es Juana Guzmán, quien no se detiene en su búsqueda de llegar más allá, de romper barreras.
A base de investigación, de manera artesanal ha logrado abrir una nueva gama de productos como los de belleza y así, a su mesa se integran: shampoo de café, jabón exfoliante, crema de café, con el proyecto en proceso para la creación de un aromatizante y gel antibacterial, todo elaborado a base del aromático.
Sin embargo, su amor no es sólo no dejar que el café se pierda, no radica en la tristeza de ver cómo los jóvenes abandonan sus tierras en busca de otros sueños perdiendo la fe en este producto, debido a lo mal pagado y la falta de apoyo.
Su objetivo, es fomentar entre las nuevas generaciones el amor por el campo, que se arraiguen; y agrega un servicio a su vida: la ruta del café.
La ruta del café
Las mujeres de San Bartolo se han unido en lo que prácticamente es el rescate del aromático, en coordinación con el área de Turismo realizan un recorrido por esta zona, donde conocen desde la siembra hasta la elaboración de productos, como por ejemplo, la galleta y si el gusto es tener una experiencia aún mejor, por 100 pesos, pueden incluir un desayuno elaborado a base de productos de la zona.
Cada sábado, se puede llegar a San Bartolo, donde habitan 53 familias todas con un amor en común… el café.
Urge apoyo
Aún cuando por sus propios medios ha llegado a estos niveles de comercialización, señaló en la necesidad de que haya más apoyo del Gobierno, pues cada vez llegan más turistas que son recibidos en su hogar, adaptado como un taller; sin embargo, resulta ser insuficiente para que puedan extender sus estudios.
Ya que actualmente, con sus propios esfuerzos, han llegado a generar 6 empleos, podrían ser más, pero les es difícil.
“Claro que se puede, hay que perseverar”, dijo Juana Guzmán, quien considera que si ellos ya saben lo que hacen, ahora toca al Gobierno darles ese impulso.
Si lo que quiere vivir es un sábado diferente, acompañado de un buen desayuno, con aroma a leña, un exquisito café, lo puede hacer con sólo reservar su cita al número telefónico 271-128-7566 con Juana Guzmán.