En días pasados el Lic. Gustavo Ortiz Ríos le dio a conocer a los cordobeses un organismo del cual es presidente, cuyo nombre es Observatorio Ciudadano de la Ciudad de Córdoba
Éste ya existe en otras ciudades, y me parece que es una magnífica idea para intentar detener los robos descarados que hacen “casi” todos los políticos, con sus honrosas excepciones.
Ahora después del Ing. Guillermo Rivas durante siete meses, y que ha hecho magnífico papel, estamos confiados en que el nuevo presidente Dr. Tomás Ríos, con experiencia política y apoyo total de la población, trabajaremos satisfactoriamente con este nuevo organismo, con bastante orden y moralidad.
Los últimos priistas arrasaron con el cajón. Cuando don Lázaro Penagos disfrutaba de la amistad del gobernador y después presidente de la República, Don Adolfo Ruiz Cortines, tenía la posibilidad de recomendar como presidentes municipales a ciudadanos cordobeses honestos y eficientes, conocidos por todos y que hicieron un magnífico papel.
Robar al erario en aquel tiempo, era algo que ni se pensaba. Hoy es lo que está de moda.
Recuerdo al Lic. Sánchez Arévalo, al Dr. Galán, al Dr. Pablo de la Llave, al Lic. Guillermo García Rivera, etc.
Ahora las cosas han cambiado radicalmente. Sobre todo, después de Echeverría que se hizo acompañar en su periodo presidencial de personajes siniestros extraídos de la CNC, que lo ayudaron a invadir haciendas y predios agrícolas.
Echeverría es catalogado hoy en día, como el parte aguas entre los más malos presidentes, después de los mejores presidentes que tuvo este país en el siglo XX.
Después de Miguel Alemán que industrializó México, pensando que no tenía que ser agrícola únicamente como soñaba Cárdenas, vinieron después Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos, y Gustavo Díaz Ordaz, y fueron elegidos los tres peores presidentes: Echeverría, López Portillo y Miguel de la Madrid.
Creo que es el momento, de que se pueda lograr el éxito en las funciones del Observatorio Ciudadano, ya que las nuevas autoridades en general se van a encontrar la ley de transparencia que, tendrán que observar todos los funcionarios del tamaño que sean, con lo que podríamos lograr que entiendan que son funcionarios públicos para servir a la nación, y no para servirse del puesto como se acostumbra.
Desgraciadamente para el Ing. Rivas, fue imposible acelerar los trabajos que recibió, algunos a la mitad y otros no comenzados; aunque todos fueron pagados y no va a ser posible que se terminen durante la semana que todavía le queda, pues las dos últimas de Diciembre ya nadie trabaja, y después viene el relevo. Desgraciadamente a Portilla se le olvidó ponerle las penas, por no cumplir en tiempo y forma los contratos firmados por él, y el resultado para intentar acabar todo al mismo tiempo, hace que la ciudad parezca recién bombardeada.
Sin el desahogo de la avenida 11 nos vemos obligados a circular únicamente, por las cuatro avenidas del centro de la ciudad. El Delegado de Tránsito, bien gracias.
Ahora veremos cómo le va al Dr. Tomás Ríos, con el nuevo gobierno municipal, pues va a necesitar mucho dinero para convertir a Córdoba en una verdadera cabecera municipal, con todas las instalaciones que le faltan ya que tiene tiempo que ha estado olvidada y con muy malos funcionarios públicos.
Como en la mayoría de las ciudades del país, lo más malo que tenemos es la impartición de justicia en todos los niveles, pues aquí matan un taxista por semana, además de todos los otros delitos, y no sabemos que éstos sean consignados a un Ministerio Público, con el pretexto de que son originados por bandas de delincuentes contrarias.
En segundo lugar, según la “vox pópuli”, después de los policías siguen los diputados, sobre todo porque son muchos, ¿Para qué queremos quinientos diputados?, tienen muy buen sueldo y muchas prestaciones y la mayoría no hace nada más que cobrar su quincena, pues siempre votan como les ordena el jefe de su bancada.
Habría que replantear en la reforma política eliminar todos los puestos que sobran y que son muchos y muy pocos trabajan (sólo para recoger la quincena) sobre todo pensar en eliminar los pomposamente llamados “asesores”. ¿Cuántos habrá en el país que ya hasta existen “jefes de asesores”?
Haciendo un análisis con gentes capacitadas, podemos notar los puestos inútiles y las secretarías que podrían desaparecer. Si este movimiento ciudadano se extiende por todo el país, podríamos bajar poco a poco la impunidad y la corrupción pues estamos muy mal calificados a nivel mundial.
Necesitamos que logren entender los políticos en funciones, que el puesto que ocupan no fue concedido graciosamente, sino que es una obligación de trabajo con su correspondiente sueldo y que todo lo demás que reciban se convierte en robo a la nación que no está autorizado por el Congreso.
Que las leyes que se hacen en las cámaras, son para que las respeten ellos en primer lugar, y así podrán exigirle al pueblo en general que las cumplan.
Habría que ver también por qué no pueden meter al orden a los maestros, que están haciéndole un gran daño a la nación, teniendo sin escuelas a varios millones de niños que pierden un año de su vida productiva y haciendo parecer como un acto heroico, a pesar de que están cobrando un sueldo y su aguinaldo como si estuvieran trabajando. Los líderes que están peleando por poder y por dinero deberían de estar en la cárcel.
Descuidamos a nuestros niños y jóvenes del país. ¿Sobrarán Osorio Chong y Chuayffet?