Johannesburgo.- Después de cuatro días de duelo por la muerte de Nelson Mandela, Johannesburgo ha acogido uno de los funerales más multitudinarios de la historia.
La lluvia y el mal tiempo no han sido impedimento para que miles de personas hayan querido rendirle homenaje en el estadio FNB de Soweto, escenario donde Mandela pronunció un discurso histórico en 1990, poco después de salir de la cárcel tras 27 años de cautiverio, y en el que también tuvo lugar su última aparición pública, en la final del Mundial de Fútbol en 2010.
Ayer, Día de los Derechos Humanos, el mundo rindió su último adiós a Mandela, un líder que dejó el mundo mejor que lo encontró gracias a su humildad, tenacidad, compromiso y lucha por la igualdad. Gobiernos, casas reales e instituciones de todo el mundo han querido mostrar sus condolencias por la muerte de Mandela y han destacado su lucha pacífica contra el apartheid, especialmente en África, donde muchas personalidades expresaron su orgullo por el considerado “patriarca” de Sudáfrica, que hoy celebraría veinte años desde que le concedieran el premio Nobel de la Paz.
Cerca de cien jefes de Estado y de Gobierno han asistido al servicio religioso oficial que comenzó con una hora de retraso debido a la gran multitud asistente -90.000 personas llenan los graderíos del estadio para participar en este histórico acontecimiento.
El líder sudafricano, que supo unir a un país a través del rugby, sigue estrechando lazos después de su muerte. La ceremonia, en la que no ha faltado la música y el baile, ha propiciado el encuentro entre el presidente estadounidense Barack Obama con el dirigente cubano, Raúl Castro, unidos en este homenaje pese a sus grandes desavenencias políticas.
Además de líderes políticos y miembros de la realeza, han acudido personalidades del mundo de los negocios, la moda y el espectáculo, como Bill Gates, Oprah Winfrey, Bono, líder de U2 y amigo del fallecido, Charlize Theron, así como la modelo Naomi Campbell y el magnate Richard Branson.
Los homenajes en memoria de Mandela se prolongarán durante toda la semana y concluirán con un funeral de Estado en Qunu, la aldea donde el exmandatario pasó su infancia y pidió ser enterrado.
El Gobierno de Sudáfrica ha recomendado a los jefes de Estado que están en el país para homenajear a Mandela que no acudan al entierro en la pequeña aldea de Mandela, debido a la falta de infraestructura, ya que sólo habría cabida para 5.000 personas.
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