México, D.F.- Francisco Sánchez, de 41 años, al igual que 150 campesinos de la colonia Juárez en Hueypoxtla, fue al ejido a trabajar y nunca se imaginó que tendría contacto con el cobalto 60 que fue robado en Tizayuca, Hidalgo y abandonado en su ejido.
Por temor, no dijo los primeros días que cargó el núcleo que contiene el material radioactivo, el cual trató de esconder para utilizarlo como cuña y ahora tiene problemas de salud, por lo que fue llevado a un hospital de especialidades en el Distrito Federal.
Ollita, su esposa, recuerda que el pasado martes Francisco de oficio albañil salió a trabajar y cuando regresó lo vio diferente cansado y él sólo le dijo que se sentía mal y que tenía náuseas.
Al siguiente día, todo el pueblo sabía que en el lugar se había encontrado el contenedor robado con cobalto 60, por lo que fue llevada al hospital para su revisión la Familia Moya, quienes fueron arrestados.
Ante el hecho, Francisco no dijo nada por temor, pese a que presenta dos manchas como quemaduras en el hombro y pierna.
Él cuando llegó me dijo que se sentía mal, nunca me dijo que había levantado ese fierro (…) Nada más nos asustamos porque al otro día amaneció bien mal y vimos en la televisión y dijo que había levantado un fierro y yo no sabía que contenía entonces fue a ver al doctor”, recordó.
Fue entonces que empezó el infierno para la familia Sánchez, pues nunca se imaginaron qué era lo que había encontrado en el ejido y que había tratado de esconder para utilizarlo como cuña.
Ahora tienen miedo por la vida de Francisco, pues se lo llevaron a un hospital de especialidades.
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