Por Andrés Timoteo / columnista
AMLO, VISITA COMPLICADA
El próximo 3 de febrero estará en Córdoba el presidente Andrés Manuel López Obrador y encabezará un acto masivo en el parque 21 de Mayo, según la agenda de los organizadores. Será parte de la segunda gira que el tabasqueño haga por la Entidad ya como ocupante de Palacio Nacional y en su recorrido, que iniciaría desde el primero de febrero, tocará municipios del Sur y de la Cuenca del Papaloapan.
La llegada del tabasqueño a la ciudad de Los Treinta Caballeros tiene un contexto muy diferente a la última visita que hizo el 30 de abril del año pasado, cuando todavía era candidato y su gente tuvo que reubicar el lugar del mitin por desavenencias con el Ayuntamiento. Ahora llega con la investidura presidencial y arropado por un Gobernador y diputados locales y federales emanados del mismo partido, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Sin embargo, aun cuando la presencia de López Obrador en Córdoba es un aliciente no sólo para sus seguidores sino para todos aquellos que le han dado un voto de confianza a su Administración y que será también la oportunidad para que se ofrezca una muestra de cortesía política porque el Ayuntamiento lo preside la panista Leticia López Landero, la gira por Veracruz se complicó por la impericia de los funcionarios locales.
López Obrador tenía dos acciones esenciales para el recorrido. Una es la revisión en el avance del llamado Censo del Bienestar para tener los padrones actualizados de la gente de escasos recursos que serán beneficiarios de los programas sociales del nuevo Gobierno. Eso se haría sin alteraciones. La segunda es la que seguramente obligaría a modificar la agenda de los lugares a visitar pues era la clausura del basurero Las Matas, ubicado en Minatitlán y que recibe los desechos de esa ciudad y de Coatzacoalcos.
Cancelar ese tiradero a cielo abierto fue un compromiso de campaña de López Obrador y por eso se planificó la construcción de un relleno sanitario intermunicipal, pero el proyecto fue objeto de la avaricia de algunos funcionarios como la secretaria de Energía, Rocío Nahle, zacatecana radicada en el Sur de la Entidad, quien empujó a la familia Quintanilla Hayek para beneficiarse con el negocio del basurero en Chinameca, pero los pobladores lo rechazaron.
Todos saben como terminó el asunto, el gobernador Cuitláhuac García fue el pasado 9 de enero obligado a cancelar la construcción del relleno sanitario en una asamblea pública en el parque central de Chinameca. Ahora todo se complicó pues si López Obrador clausura el basurero de Las Matas, ¿dónde tirarán los residuos? El Gobierno Estatal no tenía un plan alternativo y ahora el mismo García Jiménez se ha deslindado del asunto diciendo que localizar otro terreno es responsabilidad de los ayuntamientos de Coatzacoalcos y Minatitlán.
Los analistas consideran que llevar a López Obrador a Las Matas para concretar su clausura no solo es imprudente porque lo expondrían a los gritos y abucheos de lugareños, sino que meterían en un brete a las autoridades municipales que no tienen un sitio a donde enviar la basura. Pasaría como sucedió a principios de octubre del año pasado en Xalapa cuando el alcalde Hipólito Rodríguez, de Morena, cerró el basurero de El Tronconal sin tener un lugar alterno para ubicar los desechos.
El resultado fue el caos en la Capital del Estado, pues los días siguientes se paralizó el servicio de recolección y las calles se convirtieron en tiraderos. Por eso, la agenda de López Obrador en el Sur del Estado se modificaría invariablemente. Algunos dicen que en lugar de ir a Las Matas llegará a la refinería Lázaro Cárdenas de Minatitlán a supervisar el operativo contra los ‘huachicoleros’.
Otros más sostienen que se aprovecharía la visita para atender otro compromiso de campaña que hizo con los productores cañeros y ahora que está comenzando la zafra 2018-2019, sería un contexto ideal. Recuerden que López Obrador se comprometió con los agricultores del ingenio San Francisco El Naranjal, ubicado en el municipio de Lerdo de Tejada, para reactivar la factoría y gestionar para que se paguen adeudos pendientes.
Además, tocar el tema de la agroindustria azucarera tiene impacto en municipios de todo el territorio veracruzano y también nacional, aunque otros consideran que en esta visita también es inviable porque el Gobierno Federal no tiene anuncios ejecutivos importantes que hacer en ese rubro y entonces la presencia de López Obrador se reduciría a escuchar a los productores y reiterar promesas. En fin, la falta de operación política del Gobierno Estatal alteró la agenda presidencial para la gira en Veracruz.
TOROS EN LA 4T
Por cierto, algunos han sugerido que el Presidente se concentre en la Cuenca del Papaloapan y evite el Sur del Estado, y particularmente que acuda a Tlacotalpan cuya fiesta en honor a la Virgen de la Candelaria inicia el 31 de enero. Nada está confirmado, pero la invitación de los organizadores está abierta para el Mandatario Federal.
Lo malo del asunto es que la presencia de López Obrador en esos festejos sería de algún modo el aval para que el maltrato a los toros se mantenga ya que, a pesar de los años de protestas y las condenas a nivel nacional e internacional, los organizadores de ese festejo no suspenderán el encierro taurino que localmente llaman ‘Tlacotalpada’.
Como cada año, toros de corral son cruzados a nado por el río Papaloapan y soltados en las calles del pueblo para que sean perseguidos, golpeados y mutilados por la turba alcoholizada. Ni siquiera es un acto de tauromaquia como tal, sino una carnicería que se mantendrá porque se argumenta que la barbarie es parte de la “tradición cultural” de Tlacotalpan.
Y está vez no habrá poder institucional que lo impida o por lo menos que sugiera su moderación, ya que representantes populares de Morena han dado su aval para que se mantenga ese espectáculo taurino. En días pasados, la diputada María Esther Callejas, presidenta de la Comisión de Turismo en el Congreso Local, aseguró que el encierro taurino no se suspenderá y al contrario, será defendido desde la sede legislativa.
“Yo estoy de acuerdo en que continúen las fiestas en Tlacotalpan, son usos y costumbres, es muy difícil que el pueblo acepte (cancelarlo) porque hay maltrato a los toros. No es algo que yo disfrute, pero es una tradición que no se va a detener”, anticipó. Vaya y eso que Morena prometió una “república amorosa” donde se proteja a los más débiles. Sin duda, los toros de Tlacotalpan -y los animales en general- no entran en la “Cuarta Transformación”.