Entumidos terminan sus administraciones los alcaldes y alcaldesas veracruzanas durante el trienio 2011-2013, dejando mas dudas que claridades; de los 212 ayuntamientos que conforman la geografía política del Estado de Veracruz, quizás una docena de ellos terminan sus administraciones con buenas notas y el grueso quedarán sus acciones para la historia… Y digo para la historia porque se ha visto siempre que, después de sus malas actuaciones, les asignan cargos destacados para desvanecer toda duda de quiénes fueron, cómo trabajaron y qué hicieron.
De las malas mañas ya no se salvan ni las mujeres, como es el caso de Carolina Gudiño Corro, alcaldesa de la ciudad de Veracruz; Elizabeth Morales, de Xalapa y Sara Luz Herrera Cano, de la cálida Alvarado, ésta última mencionada como autora intelectual del asesinato de su ex-secretario Michel Martínez Corro, y que lucha para que no le den desafuero, gente ligada al anterior gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán; bien dice el dicho que de tal palo tal astilla… Qué bonita herencia de servidores.
Ya están vaciando sus oficinas y recogiendo apuntes e información que los puedan comprometer, como es el caso de los alcaldes de Córdoba y Amatlán de los Reyes, donde se cambian del azul al rojo y del rojo al azul; bueno, hasta con las escobas están cargando, ya es una vieja costumbre de llevarse todo aquello que utilizaron para dar “servicio a la comunidad”.
Hemos visto en anteriores trienios que las computadoras de nueva generación adquiridas con dinero del pueblo al término de la administración son cambiadas por chatarra y se llevan con ellas toda la información recabada durante tres años, como no hay quién les diga lo contrario… desvalijan las oficinas.
Volviendo al tema de las damas alcaldesas Carolina Gudiño y Elizabeth Morales, mujeres de la “Fidelidad” y de la infelicidad de los jarochos y xalapeños, se les guisa aparte: la primera ha hecho del Puerto de Veracruz algo así como su patio trasero y tiene a la ciudad otrora primerísima en turismo convertida en un olvido, si hay que darle una calificación por su desempeño, se la dejamos en cinco, y en Xalapa, la capital de los veracruzanos, Elizabeth ha hecho de todo, claro, a capricho de la señorita; convulsionó a la “ciudad de las flores” con sus arranques individualistas que hicieron de Xalapa la peor ciudad de Veracruz en 3 años, le damos un cinco de nota calificativa.
Ya se están peinando los nuevos presidentes municipales y se están poniendo guapos para recibir el mando municipal, y ya muchos le fueron a dar filo a sus dientes para que les aguante cuatro años, pues las uñas se las tienen que recortar cada ocho días porque si no, se les atoran en los bolsillos.
Pues amigos y amigas… se fueron tres añitos, muchos de ellos se van felices, pues comieron y bebieron de lo mejor, se pasearon por México y el Mundo, ranchos, ganado, extraordinarias residencias, ropa de prestigio internacional, zapatos de diseño exclusivo y mucho dinero… Gracias a usted y nuestros impuestos que mantienen la holgazanería y el derroche.
Queda bien clarito: ya no hay diferencias entre un alcalde hombre y una mujer alcaldesa… Ahí está la muestra.
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