México, D.F.- Luis Miguel consintió a sus “incondicionales”, con rosas blancas, besos y canciones románticas que no pasan de moda y que cada vez que pisa el escenario lo vuelven un éxito. “Me las voy a llevar”, dijo a sus casi diez mil seguidoras que bailaron, brincaron y se desgarraron la garganta entre boleros, promesas de amor y reclamos de corazones rotos.
Inconforme con el sonido, el cantante se pasó la noche del jueves dando instrucciones a su equipo de audio para mejorar cada tema que interpretó. Acompañado de sus músicos y de una selección de pantallas que combinaban su imagen con videos de su carrera, El Sol también dejó que sus fans cantaran.
Amable y encantador, el cantante de 43 años permitió que las voces de sus seguidoras llenaran el recinto del Auditorio Nacional cuando callaba y dejaba que el micrófono diera voz a las conocedoras de los temas del ídolo.
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