Por Mauricio Flores / columnista
Pemex, el turno de la 4T
Tras las duras críticas al modelo de Reforma Energética del gobierno de Enrique Peña (apertura, zonas permisionadas a particulares y asociaciones público-privadas) por la declinación de la producción y reservas de hidrocarburos, ahora es la oportunidad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador de poner en marcha un modelo centrado en Petróleos Mexicanos que, a cargo de Octavio Romero, busca elevar 52.4% la producción de aceite y 40% la de gas hacia 2024.
Resulta por ello un movimiento estratégico lo de trasladar la Dirección General de Pemex y la de Exploración y Producción, esta última a cargo de José Lozada, a Isla del Carmen, a fin de dar seguimiento puntual a un programa que busca reactivar la producción de 117 pozos en aguas someras, profundas y en tierra en los estados de Campeche, Tabasco y Veracruz. El gobernador Alejandro Moreno, independientemente de su filiación partidista y sus abiertas diferencias, es un activo impulsor de tales estrategias del nuevo Gobierno Federal -incluido el Tren Maya- como los son Adán López y Cuitláhuac García.
Calificación y precios
El proyecto de inversión en Pemex #4T tiene dos variables estratégicas que la nueva dirección financiera deberá estar pendiente. Una está en sus manos: controlar los gastos internos y aumentar eficiencias (contenidos en el plan de 16 puntos) a fin de mantener contenida una monumental deuda de casi 2.5 billones de pesos, para evitar que la perspectiva negativa que han colocado Fitch Ratings y Moody’s se convierta en degradación crediticia.
La otra es el precio de los hidrocarburos, y ese no está en manos de nadie cambiarlo, cuando menos en México: si el pasado Gobierno incumplió en casi la mitad su meta de producción y la inversión se redujo a un tercio, no fue por estupidez o un ansia de “privatización”: en el fondo fue previsión pues una mayor inversión para elevar la producción a precios se derrumbaron a niveles de 20 dólares por barril, habría proporcionado flujo creciente a la SHCP que llevó Luis Videgaray y José Antonio Meade, pero dinamitado el ya deficitario balance de Pemex que llevó el mismo Meade y luego Carlos Treviño.
Ciertamente mucho ayudará reducir de 5 a 1.3 años los tiempos de espera previsto para la extracción acelerada de 117 pozos, que las entidades reguladoras redujeran de 270 a 22 días la tramitología (esperemos que conservando estándares de seguridad y ambientales), y que las licitaciones serán por invitación restringida con sesgo favorable a empresas mexicanas, como corresponde a situaciones de emergencia.
El reto es hacer que reservas 3P proyectadas de 1.5 mil millones de barriles en 2024 se tengan éxito comercial y se conviertan en reservas 1P.
El Peje en el Mexe
Por cierto, esta semana el presidente visita Hidalgo, donde se encontrará con el gobernador Omar Fayad: un asunto clave será la reapertura de la normal El Mexe, que fuera un improductivo centro de grilla y adoctrinamiento, en lo que hoy es la eficaz Universidad Politécnica, a cargo de Leonel Torres. ¿Qué sucederá con los derechos de los alumnos, docentes y trabajadores?
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@mfloresarellano