Córdoba.- Nuevamente antorchistas de la colonia Margarita Morán y conductores de dos líneas diferentes, trataron de evitar que autobuses Metro ofrecieran el servicio de pasaje con calidad, amedrentando al conductor y amenazando a los pasajeros si no se bajaban.
Al mismo tiempo que los antorchistas provocaban un conflicto para que culminara de forma violenta, otro grupo de ellos fueron a la Fiscalía y sin pruebas ni argumentos acusaban que el acto terrorista de quemar un autobús de Metro fue un autoatentado.
*el dato
¿Pueden los antorchistas presentar pruebas de lo que acusan?
A la vista queda quiénes son los violentos, que a toda costa cierran el paso a un mejor servicio de pasaje como Metro.
Rocío Hernández Zavaleta, a quien se denunció formalmente en la Fiscalía, para que se le investigue por su hostigamiento e intentos de frenar a Metro, dijo que eran víctimas de vandalismo, cuando quedó acreditado que efectivamente fueron vándalos y delincuentes profesionales quienes sí secuestraron e incendiaron la unidad de pasaje, y que horas antes los antorchistas enfrentaron a los choferes.
Admitiendo su culpabilidad, dijo que efectivamente exigieron a Metro permisos para circular, cuando no son ninguna autoridad para solicitarlo, y menos detener la circulación y obligar a los pasajeros a no subirse a estas unidades bajo la amenaza que se quedarán sin los apoyos que les dan.