Desde el inicio de los tiempos, Los Zetas eran exclusivamente conformados por ex militares, pero al terminar su sociedad integraron al grupo delictivo a personas dedicadas a diferentes actividades.
Documentos de inteligencia detectaron que entre las células de la organización criminal sobresalía una donde sus participantes eran exclusivamente mujeres.
El grupo recibió el nombre de “Las Panteras” y varias de sus integrantes se encargaron de labores como corromper autoridades e incluso activamente en acciones como la matanza de San Fernando.