Córdoba.- “En la ciudad se registra una situación muy grave en cuanto a inseguridad, dado que los asesinatos son actos que siempre serán condenados por la Iglesia, pues nadie tiene el derecho de privar de la vida a otro ser humano”.
El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, condenó los actos de violencia vividos el pasado sábado a plena luz del día y en el Centro de la ciudad; lamentó que día con día los hechos de violencia continúen siendo parte de nuestra vida cotidiana.
“Se está terminando una Administración y lamentablemente no se ha erradicado la inseguridad como se quisiera, se tiene confianza en la llegada de Cuitláhuac García como gobernador de Veracruz, por lo que el pueblo anhelaría que los próximos mandos sepan escuchar el clamor de la gente para que sepan que en todo momento se está pidiendo seguridad, paz y concordia en todos los aspectos”, externó.
Además de que no se quiere de ninguna manera que la sociedad se polarice, “sino todo lo contrario, que todos concurran hacia un bien común que a todos nos beneficie”.
“Yo no estoy para realizar un balance objetivo, debido a que no tengo todos los datos; sin embargo, no ignoro que haya crecido el número de secuestros, de personas desaparecidas y asesinadas en distintos horarios y en distintos lugares”, expuso.
Patiño Leal indicó que lo que se quiere es que se termine la violencia, la delincuencia y que la ciudadanía vuelva a tener ambientes más seguros y confiables, principalmente en donde transita la gente todos los días, como los parques, escuelas, templos y calles.
De igual manera que los negocios tengan esa tranquilidad de que existe gente que cuida.
“En cuanto a la fórmula para combatir la delincuencia, yo no sé cómo la vayan a querer asumir los actuales ayuntamientos, ya que son muchos y sólo aquí en Córdoba a mí me toca ver 28 municipios y lo que cada municipio haga con sus acuerdos con el Gobierno Estatal para tener más o menos presencia de elementos de Seguridad, por lo que se espera que buscarán lo más sabio y adecuado”, señaló el Obispo.