Las cirugías estéticas no son cosa de juego, primero hay que ahorrar y luego buscar un lugar especializado, pero usualmente los costos son tan altos que muchos prefieren acudir a clínicas económicas para evitar desembolsar grandes cantidades de dinero, lamentablemente lo barato no siempre es bueno.
Recientemente se dio a conocer la historia de Laura Ávila, una mujer residente de Dallas, Estados Unidos que viajó a México para hacerse una rinoplastía de bajo costo en Ciudad Juárez, Chihuahua, sin imaginarse que una negligencia médica le ocasionaría un daño cerebral permanente.