Córdoba.- El Fiscal Julio Rodríguez Fernández, titular de la Unidad Integral de Procuración de Justicia, quien se identificó con la Administración de Javier Duarte de Ochoa, ahora es de los consentidos de Miguel Ángel Yunes Linares y del Fiscal General Jorge Winckler, demostrando que la deslealtad y la traición son parte de su vida.
El ahora Fiscal Regional de Córdoba, quien fungió como Fiscal Primero Especializado en Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción y Cometidos por Servidores Públicos y quien estuvo a cargo de las imputaciones contra exfuncionarios de la Administración de Javier Duarte, pasó de juzgar corruptos a ser parte de los mismos.
Winckler, quien enfrentará un juicio político que lo puede destituir por su mal trabajo y por solapar la acusación “fast track” contra el Cártel Jalisco, acusado de ser quien ordenó matar a la hija de la diputada Norma Medel en Ciudad Mendoza, lo sacó de su puesto de 28 mil pesos al de Fiscal Regional, cobrando 51 mil; sin embargo, para su nivel de vida no le alcanza su sueldo.
Los favores a Yunes Linares acusando a duartistas y haciendo su trabajo sucio, lo impulsaron para que fuera quien se encargara de la impartición de justicia en Córdoba, pero hasta la fecha la impunidad y la corrupción es la que se imparte.
¡Desleal, traidor y centavero!
El mal trabajo de Julio Rodríguez y sus intereses personales se vieron durante la audiencia inicial contra Juan Antonio Nemi Dib, entonces Secretario de Salud, donde fue acusado por conflicto de intereses, originando que el 23 de diciembre de 2017 lo exhibiera ante la Jueza Alma Aleida Sosa Jiménez, acusándolo de vender la promoción de un juicio de amparo al entonces imputado, cuando colaboró con Nemi Dib como abogado consultor en esa dependencia.
Dib incluso refirió a la Jueza que cuando fue notificado por las acusaciones de la Fiscalía de Veracruz por abuso de autoridad e incumplimiento de un deber legal, Julio Rodríguez calificó los señalamientos como una injusticia y cobró 5 mil pesos a cambio de redactar el amparo en favor del entonces jefe de despacho.
En su defensa, argumentó que ello no era impedimento para que participara como la parte acusadora en dicha audiencia, pues el conflicto de intereses sólo procedía para jueces y magistrados; sin embargo, su argumento fue desechado y terminó por ser excluido de dicha audiencia.
Pese a ese evento, fue premiado al ser nombrado como Fiscal Regional de la zona Centro-Córdoba, que es el segundo puesto de mayor rango según el organigrama de la Fiscalía. Rodríguez pasó de percibir mensualmente 28 mil 686 pesos como Fiscal especializado a 51 mil 929 pesos, en su nuevo cargo.