Córdoba.- La mayoría de las empresas de la ciudad no tienen un plan para los desechos orgánicos que generan y la mayoría de las veces van a parar al carro de la basura, cuando pudieran obtener grandes beneficios, como hacer compostas fertilizantes en el caso de las verdulerías, pero esto no sucede, ya que utilizan hasta la última merma.
Tal es el caso de los negocios de frutas, verduras y legumbres en el mercado de abasto 2 mil, ubicado atrás de La Isla, ya que todos estos establecimientos cuentan con un proceso diario en el que resultan beneficiadas algunas familias de escasos recursos e incluso negocios de comida y otras verdulerías, ya que consiguen la mercancía a muy bajo costo.
Cuando los vegetales están en perfectas condiciones se exhiben para la venta en los anaqueles que se encuentran en el interior del comercio, donde la gente puede ir y elegir las piezas que más le convengan, estos productos se ofrecen a un costo estándar, un ejemplo es el kilo de jitomate, que oscila entre los 15 pesos.
Cuando este producto ya se está quedando rezagado, está un poco magullado o no tiene las características que el consumidor busca (tamaño o color) es sacado o puesto en exhibidores de oferta, la gente que ya conoce esta forma de venta le llama “para luego”, con ello quieren decir que esta verdura la tienen que ocupar ese mismo día o de lo contrario ya no servirá, esta medida la llevan a cabo para evitar pérdidas y que los dueños del negocio puedan al menos recuperar su inversión, el costo del jitomate disminuye hasta más del 50%.
Posteriormente, la mercancía es colocada en rejas apiladas a un costado del establecimiento, donde las personas de escasos recursos intervienen, ya que acuden a escoger la verdura que aún les puede servir para hacer las comidas del día y por último quienes tienen cría de ganado porcino son los que se llevan todos los residuos disponibles, para cuando el camión recolector de basura pasa ya es mínima la cantidad que retira.
Esta es una excelente medida en la que decenas de personas se ven beneficiadas y el resto de las empresas deberían seguir el ejemplo, para darle un buen uso a los desechos orgánicos.
