Córdoba.- Las ganancias esperadas por todos los vendedores que arribaron a las calles aledañas al panteón municipal no pudieron ser posibles por las intensas lluvias registradas el día de ayer al mediodía, por lo que los vendedores esperan rematar su mercancía en este día para evitar que se eche a perder y con ello se vaya su inversión. Además, decenas de personas tuvieron que regresar a sus hogares sin haber llegado a la tumba de su familiar difunto, de igual manera por la lluvia y por el terreno resbaloso.
El señor Miguel Ángel García pagó por un espacio de 3 metros cuadrados esperando poder comercializar toda la flor de cempasúchil y moco de pavo que llevaba; en total invirtió 2 mil pesos en la compra y traslado de la flor y el espacio sobre la calle 9; la mañana de ayer cuando la gente comenzaba a llegar logró vender un poco de su mercancía, pero aún no recuperaba la inversión, lamentablemente la lluvia se hizo presente y su venta se le vino abajo, por lo que este día tratará de rematar su mercancía para siquiera recuperar lo invertido.
Algo similar pasó con la señora Fabiola, quien acudió a vender diferentes juguetes elaborados con madera, tales como guitarritas, sonajas, carritos y juegos de mesa, por lo que expresó: “No nos esperábamos la lluvia, ya qué le vamos a hacer, verdad, pero ni modo, así es esto, la verdad sí alcancé a vender un poco, me llevo un poquito de ganancia siquiera para la comida y ya mañana a ver qué Dios dice”; afortunadamente para ella, sus productos no son perecederos y puede venderlos en otros lugares sin necesidad de rematarlos. En otro orden de ideas, decenas de personas se regresaron con las flores en la mano, al no poder llegar a la tumba de su familiar difunto por el terreno resbaloso y lodoso, además que la lluvia parecía que estaría presente toda la tarde, por lo que decidieron regresar a sus hogares y de igual manera algunos de ellos dijeron que volverían en este día con más calma.
El terreno resbaloso entre las tumbas del panteón registró varias víctimas, ya que tanto hombres como mujeres resbalaron y cayeron provocándose moretones en diferentes partes del cuerpo, aunque también se observó a decenas de personas que no les importó la lluvia y el mal camino y aun así decidieron llegar hasta la tumba de su difunto y los que ya estaban no les importó mojarse. Lo importante es que no se pierda la tradición.
