Córdoba.- Una vez más, las calles y avenidas que rodean el mercado Revolución lucieron abarrotadas por cientos de vendedores ambulantes que se apostaron para comercializar sus productos, en su mayoría alusivos al Día de Muertos, tales como flores, papel picado, canastas de dulces, calaveritas de chocolate y dulce, con lo cual hicieron recordar las décadas de los 90 y 2 mil.
Pese al llamado por parte de las autoridades de Comercio y elementos del Mando Único, en el que invitaron a todos los vendedores ambulantes a retirarse del lugar, ya que el Artículo 37 del Reglamento Interno de Comercio Municipal establece que en el Centro de Córdoba están prohibidos todos los puestos fijos y semifijos, los ambulantes no hicieron caso e incluso la cifra que se tenía de alrededor de 105 vendedores por lo menos se duplicó.
Tal y como ya lo habían informado los vendedores del mercado La Isla, que si las autoridades municipales no retiraban a todos los “carretilleros” se saldrían de sus locales a comercializar sus productos en la vía pública, algunas de las personas señalaron que muchos de los ambulantes que se observaron el día de ayer pertenecían a La Isla y al mercado Revolución.
Otro de los datos obtenidos es que los propios vendedores del mercado salieron a las calles a comercializar sus productos para que no se les quedaran y se echaran a perder, ya que como bien sabemos algunos se quejan de que sus ventas son bajas por culpa de los ambulantes, principalmente de los “carretilleros”, ya que al comprarles a ellos, los clientes ya no ingresan al mercado. En esta ocasión los “carretilleros” no sólo obstruyeron las calles y banquetas con sus carretillas, sino que también se observaron en la avenida 8, esquina con calle 9, decenas de cajas apiladas llenas de producto, las cuales estorbaban a los vehículos grandes para dar vuelta y redujeron el espacio para que los clientes pudieran estacionar sus unidades; no cabe duda que los vendedores abusan, ya que primero pedían que los dejaran vender en estos días y ahora que las autoridades accedieron, ya se están instalando ‘a sus anchas’.
