Madrid.- Ni Gareth Bale, a quien se esperaba como estrella principal por la ausencia de Cristiano; ni Jesé Rodríguez, que tenía una noche por delante para brillar, pero fue sustituido en la primera parte por la expulsión de Sergio Ramos; al final, fue Álvaro Arbeloa el conductor inesperado del Real Madrid, que venció al Galatasaray 4-1 con una buena actuación del internacional español.
Con un jugador menos durante un gran tramo del partido por la roja que vio Ramos y con un equipo atascado en un futbol poco vertical y bastante carente de ideas, apareció un futbolista poco dado a destacar por su presencia en ataque.
De Arbeloa se dice que es un gran defensor bastante poco dado a subir hasta la línea de fondo. Todo lo contrario que su gran competidor por el puesto en el lateral derecho, Dani Carvajal, más ofensivo que el salmantino.
Sin embargo, ayer en el Bernabéu, Arbeloa agitó a su equipo cuando el partido estaba más espeso para los hombres de Carlo Ancelotti.
Gareth Bale, al 38’ abrió la pizarra, que dio tranquilidad al cuadro Merengue que empezaba a desesperarse; sin embargo, Umut Bulut apagó el ánimo un minuto más tarde, con el empate.
Entonces apareció Arbeloa. Al 51’, puso el 2-1 a favor de los blancos, para 12 minutos después asistir a Di María que marcó el gol que terminó por hundir a la visita.
A 10 minutos del final, Isco mostró su pegada con un golazo que puso fin a la goleada y mandó al Real Madrid como líder absoluto de su grupo, en la noche donde Cristiano Ronaldo fue ovacionado como el que más, sin haber jugado.
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