Por: Andrés Timoteo / columnista
LOS ‘PLURIS’ IMPRESENTABLES
Aunque puede ser impugnada ante los tribunales, el Consejo General del Organismo Público Local Electoral (OPLE) integró la lista de los veinte que serán diputados sin haber sido votados por los ciudadanos y que gozarán de Fuero Constitucional, sueldo de lujo y la mampara mediática. Se trata de los plurinominales que llegarán al Congreso Local.
El Movimiento Regeneración Nacional (Morena) será la fuerza política que más curules tendrá por esta vía, nueve en total. Ellos son: León David Jiménez Reyes, Elizabeth Cervantes de la Cruz, Víctor Emmanuel Vargas Barrientos, Cristina Alarcón Gutiérrez, José Andrés Castellano Velázquez, Mónica Robles Barajas, Henry Gómez Sánchez, Virginia Tadeo Ríos y Wenceslao González Martínez.
La mayoría de los plurinominales de Morena son neófitos en el trabajo parlamentario y hasta en las lides políticas. Sólo una de ellas, la fidelista Mónica Robles Barajas, es conocida por haber brincado del PRI al PVEM y ahora a Morena. Ella es hija de la exdiputada federal por el PRD, Rosalía Barajas.
Además, es esposa de Iván Hillman, exalcalde priista de Coatzacoalcos y exsecretario de Turismo con el innombrable. En la última Legislatura del duartismo, Robles Barajas fue diputada local por el Partido Verde y ahora regresa con las siglas del partido marrón, pues si algo tiene es la habilidad para cambiar de colores como cambiar de vestuario.
Los de Acción Nacional tendrán seis diputados por la vía de representación proporcional y algunos tienen un cuestionable
desempeño público -especialmente en temas de ética-. Tal es el caso del exdirigente estatal del partido, Enrique Cambranis, muy ligado en los dos sexenios pasados al innombrable y a Duarte. El minanteco Cambranis fue personero del exdirigente panista Alejandro Vázquez Cuevas, con quien integró el llamado “Pan Rojo”.
Otro plurinominal es el analfabeta Sergio Hernández, actual diputado por esa misma vía y quien ¡se reeligió como plurinominal! -pues perdió la elección como candidato por el distrito de Xalapa Urbano-. Hernández ha presidido durante dos años la Junta de Coordinación Política en la actual Legislatura, pero será recordado por sus pifias y las acusaciones de usar el dinero parlamentario para costear fiestas, droga y prostitutas.
Hay una ‘joya azul’ en ese listado de plurinominales que es Monserrat Ortega Ruiz, esposa del dirigente saliente del PAN, José Mancha Alarcón y que aparece como copropietaria de las empresas constructoras que recibieron contratos millonarios de la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública (SIOP) en una clara muestra de tráfico de influencias. Su marido, por cierto, está en campaña para repetir como líder del panismo. Es el matrimonio caradura.
También será diputado plurinominal, Omar Miranda Romero, actual dirigente sustituto del blanquiazul en el estado, además de la exdiputada federal y extesorera de Martínez de la Torre, María de Jesús Martínez Díaz y de Graciela Hernández Íñiguez, hija del alcalde de Misantla, Othón Hernández Candanedo.
Pero en eso de los impresentables el PRI iguala y hasta supera al PAN, pues sin haber ganado un solo distrito en la pasada elección colocó a tres diputados plurinominales que tienen un negro historial: El primero de la lista es el fidelista Juan Carlos Molina Palacios, actual dirigente de la CNC estatal y uno de los responsables del hurto que hizo el innombrable al presupuesto destinado a la agroindustria azucarera de la entidad.
Molina Palacios es compadre del actual diputado federal y candidato perdedor de la Gubernatura, Héctor Yunes Landa, aunque se dicen distanciados ‘de dientes para afuera’. La segunda es Érika Ayala Ríos, exsenadora suplente -de Yunes Landa- y dirigente del Sindicato de Trabajadores del Cobaev. Ella fue una de las mujeres priistas más obsequiosas con Javier Duarte, quien la hizo dirigente de la CNOP.
El tercero en la lista es Jorge Moreno Salinas, exfuncionario estatal durante el gobierno de Miguel Alemán y también personero de Héctor Yunes Landa. Así, el común denominador de los plurinominales del tricolor es Yunes Landa quien, para no variar, logró que su hija Andrea Yunes fuera designada legisladora plurinominal por el PVEM, desplazando al dirigente estatal de éste, Marcelo Ruiz, quien figuraba como el primero en la lista de candidatos a ese cargo.
Tal es el puñado de diputados que manejará Yunes Landa, parte de la tajada que sacó del pasado proceso electoral -él mismo es diputado federal plurinominal- y que los pondrá a disposición de Morena, a cambio de prebendas. Nada nuevo, es lo que ha hecho toda su vida pública, llegar a cargos públicos sin el voto popular y negociar beneficios personales.
El PRD sólo alcanzó una curul plurinominal que ocupará la profesora acayuqueña, Florencia Martínez Rivera, quien más que representante popular será la vocera en el congreso local de la familia Condado Escamilla, unos de los caciquiles del sur del estado, de esos clásicos que usan “la horca y el cuchillo” para imponerse. Ellos son el remanente más fuerte de lo que en su momento fue llamado el “PRD Rojo”.
Martínez opera la organización “Progresa Acayucan”, cuyo propietario es Clemente Nagasaky Condado Escamilla, exregidor, exdiputado local y exsubprocurador regional de Justica en tiempos de Duarte de Ochoa. Su hermano Cuitláhuac Condado es actualmente alcalde de Acayucan y ya fue diputado federal. La hermana, Ana María Condado fue diputada federal y perdió las elecciones en este año a la diputación local por el distrito de Acayucan.
En tanto, Brenda Abigail Reyes fue diputada local cuando era esposa de Clemente Condado. La mamá de todos ellos, María Adela Escamilla Moreno es actualmente diputada local, también plurinominal. La familia Condado Escamilla es de cuidado por su voracidad para hacerse de cargos populares y vivir de la nómina pública.
Tal es el listado de los veinte diputados de representación proporcional y su definición no logró ser impedida por las movilizaciones de la organización Antorcha Campesina, que exigía que una de sus integrantes, Diana Aguilar Castillo, ocupara una curul en lugar de Jorge Moreno Salinas, el amanuense de Héctor Yunes. Todo parece indicar que los ‘antorchos’ se quedarán sin la curul deseada.
Ahora habrá que esperar si esa lista es impugnada y el fallo del tribunal que atienda la queja, misma que deberá ser desa-
hogada en los próximos quince días, pues el 5 de noviembre inicia funciones la 65 legislatura local. El resumen es que, al Congreso Local -a excepción de Morena que sólo lleva una diputada cuestionada- llegará una riada de legisladores plurinominales que son tremendos impresentables.
LA MARCHA Y LA BOMBA
Mañana sábado es la marcha de los católicos contra el aborto. La han bautizado como la “Megamarcha por la Vida” y la convoca la Iglesia Católica para exigir que no se despenalice la interrupción del embarazo y se mantenga la condena a las mujeres que se decidan por el legrado. En Veracruz, la mujer que aborta es criminal o está loca, según las normas vigentes y el clero quiere que así siga.
La Arquidiócesis de Xalapa ha informado que en más de treinta ciudades veracruzanas se realizará esta caminata que tiene un claro mensaje político para los políticos: se toparán con la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana si pretenden reformar las leyes para quitar la propiedad divina sobre el útero. A la romería contra el aborto se sumarán organizaciones ultraconservadoras como ProVida y ProFamilia.
Pero el gusto por la movilización no durará mucho porque unos días después se detonará una ‘bomba’ para los intereses de los organizadores de esa marcha. En la Cámara de Diputados se presentará el próximo martes una iniciativa para legislar en favor de los derechos de las mujeres, anticipó Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la mesa directiva de San Lázaro.
Especialmente se buscará garantizar la libertad de las féminas para decidir sobre su cuerpo, o sea, para que ellas y no la fe católica, elijan si abortan o no. La intención es homologar a nivel federal las leyes que ya se hicieron desde hace años en la Ciudad de México con gobiernos emanados de la izquierda. Estos cambios que prometen ser “radicales” serán posibles por la mayoría que Morena tiene en el Congreso de la Unión.
Hay que reconocer que, en la defensa de estas libertades y la contraposición a las fuerzas retardatarias, Morena hace un papel loable y benéfico para la sociedad. Y ese ‘bombazo’ -la iniciativa- llegará al terreno parlamentario con un mensaje -también político- a la jerarquía de la Iglesia Católica: en Morena no le temen al púlpito ni a la sotana ni a los anatemas clericales. “Vamos a agarrar el toro por los cuernos”, dijo Muñoz Ledo en referencia a los grupos de radicalismo religioso.
La reacción eclesial se espera furibunda y el tema será uno de los enfrentamientos entre el próximo gobierno de Andrés Manuel López Obrador con una de las instituciones que ejerce un enorme poder fáctico en el país: la Iglesia Católica. En Veracruz pasará lo mismo que a nivel nacional, pues está pendiente de que se cumpla la Segunda Alerta por Violencia de Género que tiene la denominación de “por agravio comparado”.
Es decir, que los diputados locales deben reformar leyes que garanticen la no discriminación ni persecución de las mujeres y entre ellas está modificar el artículo 4 constitucional, que estipula desde agosto del 2016 que “el Estado garantizará el Derecho a la vida del ser humano, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”. Veracruz es uno de los 18 estados del País que introdujo esa leyenda en su constitución local, a fin de anticiparse a las peticiones para despenalizar el aborto o la eutanasia -la muerte asistida-.
También se deberán reformar las leyes secundarias para levantar la penalización contra las mujeres que decidan abortar. En la legislatura que está por concluir, la diputada de Morena, Daniela Griego presentó una iniciativa para reformar el Código Penal y quitar la punibilidad a la interrupción del embarazo, pero la propuesta fue desechada por la mayoría panista.
Las cosas ya cambiaron. Ahora, en la 65 legislatura estatal Morena tendrá mayoría casi absoluta y los votos suficientes para reformar las leyes, especialmente las relativas a los derechos de la mujer sobre su cuerpo. Entonces, tanto a nivel federal como estatal es inminente la guerra santa entre Morena y la Iglesia Católica.