Córdoba.- Los atropellos y anomalías del doctor Margarito Ramos Gómez, secretario general de la Subsección 8 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, ha llegado al grado de que ahora, incluso, pide a los trabajadores a través de mensajes telefónicos de texto que deben ayudar a su esposa, María Antonia Castro Luna, en la venta de productos de una marca por catálogo.
En pasillos y en “voz baja” por temor a las represalias, los trabajadores tanto de la Jurisdicción Sanitaria de Córdoba como de los diversos Centros de Salud que la integran, comentan la situación de “acoso” que sufren a través de los mensajes que son enviados por el biólogo Víctor Carrasco, secretario de Organización e incondicional de Margarito Ramos, mensajes que son muy claros para que atiendan la llamada telefónica de la esposa y “colaboren” en vender los productos de la cual es distribuidora la mujer.
La denuncia contra Margarito Ramos Gómez va más allá por el sinnúmero de tropelías que ha venido cometiendo desde que está en el cargo y sigue haciendo, ahora con la complicidad de la titular de la Jurisdicción Sanitaria, la panista exregidora orizabeña, María Sara Medina, quien accede por alguna razón a todas las peticiones del líder, principalmente cambios indebidos y por capricho del personal de las distintas áreas.
Además, los trabajadores han descubierto que entre los malos manejos y excesos de Ramos Gómez está la instalación de un consultorio en Paso del Macho, para lo cual ha sacado mobiliario de la Jurisdicción en complicidad con su compadre, el Coordinador de Atención Médica, Félix Azamar Díaz, equipo con el cual habilitaron los consultorios, al igual que otros también en Córdoba que funcionan como particulares.
Para sacar el mobiliario sin ningún problema, ha contado con el apoyo de René Burguette, quien es el encargado del almacén a quien a cambio de este trabajo sucio, le consiguió la homologación salarial también con el visto bueno de María Sara Medina.
René Burguette llegó a la Jurisdicción gracias al exalcalde Juan Lavín, con quien trabajó en el Ayuntamiento, y gracias a esto lo colocó después en esta dependencia.
Pero no todo termina ahí, pues además los trabajadores aseguran que ocupa al personal médico en horas hábiles para llevárselos a dar consultas a diferentes lugares, como en el caso de Paso del Macho, en donde ocupa a pasantes de medicina e incluso recibe un pago por parte de una Asociación de cañeros a quien presta los servicios médicos.
¡Vaya “fichita” que resultó ser Margarito!