Podrían haber sido utilizados en casos de extorsión un total de 2 mil 901 teléfonos celulares, los cuales fueron localizados en siete cárceles de México, informó hoy el Instituto Federal de Telecomunicaciones.
El estudio, que el órgano de telecomunicaciones entregó al Senado, explica que los equipos telefónicos “sospechosos” se hallaron entre los 20 mil reos, y que están vinculados a 6 mil 926 chips.